En una
jornada más corta de lo normal, el dólar concluyó la última sesión del año con
un leve retroceso que sirvió para confirmar la tendencia que marcó su cotización
durante 2009.
Al cierre
de las operaciones, el tipo de cambio se ubicó en puntas de $ 507,00 comprador
y $ 507,50 vendedor, lo que implica un retroceso de apenas 50 centavos en
relación a ayer.
Con el
resultado de hoy, sin embargo, la divisa estadounidense cerró 2009 con una
caída acumulada de $ 134.
El peak del
dólar se produjo el 5 de enero cuando trepó hasta los $ 640,50 en medio de la
incertidumbre global por la situación de la economía que era azotada por la
crisis y la fuerte caída del precio del cobre que se cotizaba en apenas US$
1,40 la libra.
A partir de
ese momento, salvo algunos periodos, el tipo de cambio comenzó a bajar progresivamente.
Ello, de la mano de una serie de anuncios del gobierno y el Banco Central para
reactivar la economía e inyectar liquidez al sistema.
Las acciones
a nivel local sumadas a los esfuerzos generalizados de las economías del mundo,
se tradujeron en una incipiente recuperación que fue quitando día a día presión
al dólar que en el periodo más álgido de la crisis se convirtió en un atractivo
refugio.
El alza progresiva
de la confianza dio vigor a los mercados, especialmente el de materias primas. Para
efectos locales, el cobre se convirtió en un importante referente para el tipo
de cambio local toda vez que es la principal fuente de ingreso de divisas al país.
El alza del
cobre y el mayor optimismo sobre la recuperación de la economía mundial su
mayor efecto sobre el tipo de cambio el pasado 25 de noviembre cuando
cayó a un mínimo anual de $ 492,70, su nivel más bajo desde el 24 de julio de
2007.