“Las nuevas reglas del juego nos han llevado a admitir el riesgo con más cuidado”
Ejecutivo reconoce que han debido bajar la velocidad en el área de rentas masivas, aunque explicó que no han renunciado a atender ningún segmento.
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Por Roberto Sapag
Desde Santander, España
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“Hoy el mercado tiene más riesgo y nosotros tenemos que hacernos cargo de eso”. Con esta frase explicó el gerente general de Banco Santander Chile, Claudio Melandri, los cambios que la entidad ha realizado a su modelo comercial dado el nuevo entorno regulatorio que impera para el sector, que lo ha llevado a ajustar la velocidad con que abordan el segmento de rentas masivas y a adecuar sus políticas de admisión y costos asociados, desarrollando en paralelo sistemas de distribución más livianos y de mayor tecnología.
El ejecutivo inscribió dentro de este proceso lo que han realizado en los últimos meses con Banefe, división intensiva en personas donde han estado migrando hacia modelos de mayor tecnología y auto atención. Se trata de un nuevo enfoque que les ha permitido reconducir recursos, como lo confirman las más de 30 sucursales que se han reconvertido a Santander y al segmento de rentas altas, en línea con el reciente lanzamiento de Santander Select.
Melandri explicó, sin embargo, que estos ajustes se han realizado sin renunciar a la vocación del Santander de ser un banco sistémico, que apuesta por la bancarización en Chile y que aspira a estar en el primer lugar por colocaciones. De hecho, dijo que participaron del proceso en que finalmente Cencosud se alió con Itaú en el negocio de las tarjetas de crédito.
Sobre sus metas comerciales, el ejecutivo dijo que ya tienen varias líneas de negocios en las que están creciendo sobre el mercado, lo que les permitiría pelear el primer lugar de la industria por activos este año. En materia de resultados, dijo que en 2013 cerrarán en segundo lugar, producto de la serie de adecuaciones emprendidas. En todo caso, no descartó que pronto den que hablar nuevamente en esta dimensión.
Entorno regulatorio
Respecto del entorno regulatorio, Melandri dijo que el banco ve con buenos ojos el Sernac Financiero y todo lo relacionado con protección al cliente. “Entendemos que el mundo cambió y estamos apostando por un nuevo trato con los clientes, que demandan más y mejores servicios”. Con todo, el ejecutivo dijo que ven con preocupación algunas propuestas de regulación relativas a la tasa máxima convencional, que se podrían traducir en fijación de precios y desbancarización, para lo cual recordó lo ocurrido con las tarjetas del retail que han pasado de 23 millones a 13 millones desde 2009 a la fecha.
A su juicio, si el objetivo es bajar precios en el sector, el proyecto de información consolidada de deudas avanza en esa dirección. Explicó que ni la banca ni el comercio pueden pretender ser dueños de los datos de los clientes. “Para prestar se debe saber cuánto debe la persona, cuánto gana y cómo paga. Las últimas dos cosas se saben más o menos, pero la primera no, con lo cual se corre el riesgo de sobreendeudar y aumentar el riesgo. Sin esa información se nos priva a los bancos de brindar una adecuada asesoría a las personas”, señaló.
El economista jefe del Grupo Santander Chile, Pablo Correa, complementó señalando que en la entidad realizaron un estudio con clientes Banefe, a quienes modelaron qué ocurriría en materia de tasas en un escenario con y sin información consolidada. “El estudio nos mostró que con información la tasa promedio podría bajar 7 puntos, y mejorar el acceso a crédito. Es decir, se podría aumentar acceso y a menores tasas, y no reducir el acceso con menores tasas, que es lo que hace la regulación de la máxima convencional”, dijo.
Cobro de comisiones
En materia de cobro de comisiones, Melandri dijo que esperan dar con una fórmula adecuada con la autoridad, aunque precisó que no hay mercados donde el ajuste de comisiones sea explícito. “Eso es imposible, por la cantidad de contratos y por los costos de agencia enormes”. Con todo, admitió que se puede mejorar la forma de ajustar precios, para lo cual los modelos de Canadá, Alemania, Gran Bretaña, Francia, España y otros son ilustrativos. A su juicio, un mecanismo parecido al chileno, pero con mejor información al cliente funcionaría bien. Para ello, dijo, podrían considerarse ideas como que el cliente pueda ver y entender la información de comisiones en las sucursales o en los cajeros automáticos previo a la transacción, de modo que la realización de la misma suponga la aprobación de los nuevos términos.
Por último, y respecto del momento político, el gerente de Banco Santander se mostró preocupado con propuestas que hablan de asamblea constituyente o mega reformas tributarias. Dijo que no le hace sentido que un país que marcha bien deba partir de cero en materia constitucional y que hasta ahora no ha visto en qué se piensa gastar los recursos que generaría la reforma tributaria, menos en un país que en 2012 ejecutó US$ 1.500 millones menos de gasto público del que estaba disponible. Sobre el ingreso de los bancos a las AFP, dijo que es una idea que hace sentido, pero que no cree que vaya a materializarse.
Duplicar colocaciones en pyme de América Latina hacia 2016
El director general de Banca Comercial de Banco Santander, Javier San Félix, dijo que la entidad reforzará su compromiso con las PYME de América Latina. Durante el XII Encuentro Santander-América Latina, el ejecutivo señaló que el grupo aspira llegar a 2016 a un volumen de créditos para las PYME de US$ 20.000 millones (sin incluir Brasil), con un millón de clientes, con un ritmo de crecimiento de clientes PYME de 100.000 por año.
A lo anterior se suman las acciones que el grupo realizará en otras dimensiones, como favorecer el acceso a planes formativos en universidades por parte de las PYME.
San Félix destacó la importancia de las PYME en la región, pero advirtió de siete dimensiones en donde es necesario avanzar, entre otras cosas, corregir las brechas de productividad respecto de las grandes empresas. A su juicio, la región debe avanzar decididamente en reducir la informalidad del sector (con políticas que reduzcan los costos y días necesarios para formar una empresa); integrar a las PYME a la cadena de valor; mejorar su acceso a capital humano; internacionalizar su negocio; facilitar su acceso a los servicios financieros; facilitar su acceso a las tecnologías de la información y promover la innovación.