La agencia de medición de riesgos Moody's
mantuvo hoy en "negativa" la calificación crediticia de los bancos
españoles, por el deterioro de la calidad de sus activos y por los
efectos de la recesión que atraviesa el país.
Según Moody's, las condiciones de crédito no mejorarán
sustancialmente en los próximos 12 ó 18 meses, lo que no significa
que la agencia tenga intención de rebajar aún más su calificación.
Aunque la agencia de calificación reconoce que la banca española
ha demostrado su fortaleza ante las "presiones negativas", Moody's
advierte de que muchas entidades son reacias a reconocer en sus
balances el alcance del deterioro de sus activos.
La agencia señala también que la ayuda aprobada por el Gobierno
español de cerca de US$ 147.000 millones para respaldar las operaciones financieras de los bancos
españoles será suficiente para hacer frente a las necesidades de
capital de las entidades, especialmente a largo plazo.
Además, Moody's estima que será necesario incrementar las provisiones en
US$ 83.790 millones. De continuar el ritmo de deterioro, que según Moody's no ha
tocado fondo, las entidades tendrían que provisionar hasta US$ 330.750 millones por este
concepto.
De este modo, la agencia de calificación explica que la banca
española tardará cinco años en compensar las pérdidas con
provisiones, y alerta sobre las condiciones de la economía española.