Economía y Política

Ministros de Economía de Latinoamérica piden reformas a BID ante turbulencias

El objetivo es modernizar al banco para que se adecue mejor a los cambios.

Por: | Publicado: Martes 8 de abril de 2008 a las 15:50 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Los ministros de Economía de Latinoamérica solicitaron modernizar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que cuente con las herramientas financieras necesarias que permitan hacer frente a las turbulencias que amenazan a la región.

El llamamiento a que el BID, que cumplirá 50 años en 2009, se transforme en una entidad más adecuada a los cambios, se dio a conocer en la clausura de la 49 Asamblea Anual de Gobernadores del organismo multilateral.

El BID, que en su reunión en Miami –Estados Unidos- analizó los efectos de las turbulencias financieras a raíz de la debacle de créditos hipotecarios en Estados Unidos, debe sentar las nuevas bases de los cambios estructurales y de procedimiento en su próxima asamblea en Medellín, Colombia.

Brasil y México, dos de las siete economías más grandes de la región, expresaron que el organismo multilateral debe reformar el marco de financiación y las modalidades de crédito para respaldar a los países en caso de que el acceso a los mercados de capital "se torne desfavorable".

Paulo Bernardo Silva, ministro de Planificación de Brasil, incluso advirtió de que la demanda de financiación del BID supera su límite anual de préstamos en unos 8.000 millones de dólares.

"Eso significa, señores, que la facultad crediticia del Banco está comprometida en un momento crítico para la región. Recomendamos a la administración que promueva un debate inmediato sobre alternativas financieras que aumenten la capacidad de intervención del Banco", pidió el funcionario brasileño.

El BID alcanzó un récord histórico en su programa de préstamos al aprobar 9.600 millones de dólares en 2007, según el informe anual del organismo multilateral divulgado el lunes en la asamblea.

Silva se pronunció a favor de que en el BID haya condiciones competitivas de crédito en términos de costo y plazo para que el sector privado contribuya al crecimiento sostenible.

Planteó aumentar, de manera gradual, la ventana para "el financiamiento sin garantía soberana" y reiteró la importancia de crear instrumentos en moneda local con plazos y costos atractivos para los clientes públicos y privados del Banco.

Asimismo, recomendó que, a partir del ejemplo del Banco Mundial, el BID avance en la adopción de sistemas nacionales en la ejecución de sus operaciones, con lo que reducirá sus costos no financieros.

Agustín Carstens, secretario de Hacienda de México, alertó que ante el deterioro del contexto económico internacional, el BID puede jugar un "papel proactivo para respaldar las políticas económicas nacionales que los Gobiernos de cada país consideren llevar a cabo".

Recalcó la necesidad de adecuar a las condiciones actuales el marco de financiación del organismo multilateral y sus modalidades crediticias.

El Banco- sugirió Carstens- debe redoblar sus esfuerzos para inducir la financiación privada hacia sectores que en el corto plazo impactan de manera favorable la actividad económica, como son la infraestructura y la vivienda.

Oscar Iván Zuluaga, ministro de Hacienda Colombia, explicó que el BID desde el comienzo de este nuevo milenio ha tenido que redefinir su papel y lo ha hecho mediante herramientas coyunturales como lo son los marcos de financiamiento.

"Aunque su finalidad ha sido buena y han servido para determinar la oferta crediticia del Banco, requieren de una visión de largo plazo", sugirió.

Enumeró varias alternativas para que el BID siga avanzando hacia el futuro: contar con productos en moneda local, esquemas de desembolso flexibles y programación de amortizaciones dentro de los plazos de los productos.

"Consideramos que la oferta de préstamos programáticos y de reforma de políticas debe ser garantizada como vehículos contra-cíclicos y como apoyo a reformas y programas sectoriales. Los préstamos de inversión deben ser cada vez más efectivos", señaló el ministro colombiano.

Comentó que un producto crediticio con altas tasas de interés y un período de amortización de cinco años con dos años de gracia, como opera actualmente, "es poco efectivo como medio de respuesta en momentos de crisis. Pensar en un producto cuyo vencimiento varíe entre 7 y 10 años sería recomendable".

"En la actualidad el BID se prepara para la discusión de un nuevo marco de financiamiento que cubra el período 2009-2012. Esta es una oportunidad para fijar una visión de largo plazo de cara a los cincuenta años de la institución", recomendó Zuluaga.

El BID aprobó US$ 9.600 millones de financiación el año pasado, de los US$ 5.700 millones se destinarán a proyectos de infraestructura y competitividad en áreas como transporte, energía y puertos en zonas de intensa actividad exportadora.

Las operaciones orientadas a combatir la pobreza superaron los US$ 2.700 millones, un 30% del volumen total de préstamos del BID.

Las operaciones de préstamos al sector privado sin garantías gubernamentales crecieron hasta alcanzar los US$ 2.300 millones para 29 proyectos en 2007.

Los desembolsos en 2007 sumaron cerca de US$ 7.600 millones, "la cifra más alta de los últimos cuatro años".

Lo más leído