Por Miguel Bermeo T.
Finalmente el martes Codelco y GNL Mejillones (GNL-M), controlada por GDF Suez, pusieron término a una disputa que se arrastraba desde septiembre de 2011 por los términos de uso y la capacidad de regasificación del terminal de GNL que posee la firma en la bahía de Mejillones.
Según dijo Andrés Alonso, gerente de Energía y Recursos Hídricos de la estatal a
Diario Financiero
el acuerdo alcanzado es “algo bueno para Codelco y para todos”. El trato fija los términos de “cuánto es la capacidad que usará Codelco, el precio y cómo se usará; es decir, el llamado Terminal Use Agreement”.
Además, explicó Alonso, el acuerdo es extensible hasta el año 2045 como plazo máximo.
Con el acuerdo firmado el martes, “se acaba el peritaje que teníamos en curso”, dice el ejecutivo de la estatal, el que había sido activado el año pasado ante la imposibilidad de consensuar puntos. En todo caso, el proceso estaba detenido desde hace unos meses debido al acercamiento que lograron las partes tras la llegada de Jean-Michel Cabanes a la gerencia general de GNL-M hacia fines del año pasado, lo que quedó demostrado en que nunca se nombró al perito (ver recuadro).
Además, fue importante la ayuda que prestó Juan Clavería, CEO de GDF Suez en Chile, cuentan fuentes del proceso.
De paso, el acuerdo conseguido con GNL-M permite a Codelco despejar una incógnita y avanzar en su proyecto energético Luz Minera. “Nos faltaba tener regasificación para ese proyecto y ahora lo tenemos”, explica el ejecutivo.
La idea de Codelco es tener aprobada la central (760 MW) para luego licitarla a un tercero para que construya y opere. Según Alonso, el tercero que se quede con la central, tendrá que traer el gas, utilizar la capacidad de regasificación que acaban de cerrar con GNL Mejillones y luego generar energía para vendérsela a Codelco.
El ejecutivo explicó que esto se hace porque “Codelco no tiene la ventaja para conseguir gas, así que damos el contrato de regasificación”.
Lo que logra GNL-M
“El hecho de abastecer con gas a Codelco es un orgullo, después de una larga negociación, pero es normal tener negociaciones largas por temas tan sensibles”, dijo Cabanes a DF.
El acuerdo con la estatal se suma al alcanzado en septiembre de 2012 con BHP Billiton. Ahora, sólo falta que El Abra y Collahuasi, los otros miembros del G-4 cierren sus negociaciones con GNL-M. Fuentes de las dos mineras cuentan que las conversaciones siguen su curso y en el caso de la primera, podría haber noticias pronto.
El ejecutivo agregó que “este contrato está dentro de la meta de la compañía de maximizar el uso de la infraestructura. Esto es totalmente consistente con el llamado a manifestación de interés que iniciamos en diciembre y está por terminar en mayo”, explicó.
La compañía está enfrascada en ofrecer a potenciales interesados capacidad de uso de regasificación, la que alcanzará a lo que quede libre tras los acuerdos con las mineras.
Según el ejecutivo, hoy el terminal tiene una capacidad de 5,5 millones de m3 diarios y se están realizando inversiones para llegar a 8,25 millones de m3.
“Estamos construyendo y debería entrar en servicio a principios de 2014”, señala.
Sin embargo, cuenta que si la manifestación de interés es importante, y si “va más allá de lo que podamos ofrecer de forma sencilla, ahí consideraríamos construir un segundo estanque adicional. Pero habrá que ver que la demanda sea suficientemente fuerte”, detalló el ejecutivo.
El factor Cabanes y los puntos que estaban en discusión con el G-4
Las negociaciones partieron en septiembre de 2011 y avanzaron en los últimos seis meses.
"Cabanes trata de negociar las cosas, de conversar con los actores", señalaba un ejecutivo minero hace unos meses sobre la buena sintonía que habían consguido con el gerente general de GNL-M que llegó a la compañía en septiembre de 2012.
Para los mineros no es de extrañar el poder llegar a acuerdo con GNL-M. Fuentes de las negociaciones cuentan que en los úlimos meses hubo acercamiento en muchos puntos, aunque ello dependía de cada una de las cupreras, que negociaron por separado luego de que BHP decidiera asegurar la cadena de suministro para su futura central Kelar y firmar a inicios de septiembre del año pasado.
Los puntos que estaban en discusión van desde el tiempo de permanencia de un barco en el terminal a otras especificaciones técnicas, pasando por definiciones que deben tomarse, como quién tiene preferencia en la eventualidad que exista un factor de fuerza mayor, como un terremoto o tsunami. Además, el llamado Terminal Use Agreement se conversó paralelamente para determinar el derecho de uso del terminal, desde el porcentaje al pago, pasando por cuánto porcentaje será para el uso de terceros, el que se pondrá a disposición en el open season.