Isabel Ramos Jeldres
Los inversionistas siguen apostando a que Portugal deberá recurrir al rescate europeo, pese a que el primer ministro José Sócrates negó que su país requiera asistencia, a que Japón se comprometió a comprar bonos de la zona euro y a que Alemania pidió tiempo para ver el impacto de los recortes de gastos que aplicó Lisboa.
Japón se comprometió ayer a comprar bonos de la zona euro este mes, respaldando los esfuerzos europeos por controlar la crisis de deuda soberana. El anuncio lo realizó el ministro de Finanzas de Japón, Yoshihiko Noda, quien afirmó que Tokio estaba considerando usar sus reservas en euros para comprar cerca de 20% de los bonos con calificación AAA que se emitirán en conjunto por la eurozona para financiar el rescate a Irlanda.
La oferta de Japón llegó un día después de que China renovara su compromiso de comprar deuda española y, según analistas, refleja las preocupaciones de Tokio por el impacto de la crisis en su economía, que depende principalmente de las exportaciones, pero también el esfuerzo del país por reinsertarse en la escena global.
Pese a ello, los rendimientos de los bonos portugueses a diez años permanecieron sobre 7% ayer, un nivel considerado como insostenible. La situación preocupa porque el país se convertirá hoy en la primera nación periférica en realizar una subasta de bonos este año, con la venta de hasta 1.250 mil millones de euros (US$ 1.600 millones).
Sócrates niega rescate
El primer ministro José Sócrates negó ayer que Portugal necesite un rescate, y adelantó que el déficit de presupuesto de 2010 será más bajo de lo pronosticado.
Sócrates recibió un espaldarazo de la canciller alemana Angela Merkel, quien aseguró que se necesita tiempo para ver el impacto de los recortes de presupuesto. En mi opinión, Portugal ha tomado medidas muy importantes y decisivas y creo que la implementación de estas medidas tomará un tiempo, dijo Merkel en Chipre. La Comisión Europea cree que estas medidas son suficientes para alcanzar las metas, afirmó.
Según el banco central de Portugal, la economía se contraerá, debido a la caída en la demanda de los consumidores y al recorte del gasto fiscal. El Producto Interno Bruto se contraerá 1,3% en 2011, para luego expandirse 0,6% en 2012. El año pasado, el crecimiento habría llegado a 1,3%.