La economía
estadounidense se recupera a mejor ritmo que la europea, según la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que confirmó hoy que el
crecimiento mundial continuará, aunque ralentizado, en la primera mitad de
2010.
En un
adelanto de sus perspectivas económicas semestrales, la organización con sede
en París confirmó que "la actividad económica marcó una aceleración en el
último trimestre de 2009 en la mayor parte de las grandes economías, con la
notable excepción de la eurozona".
Pero
advierte que la recuperación, que continuará este 2010, tendrá un ritmo menos
vigoroso que el registrado a finales del pasado año.
Europa
En los
países del euro el crecimiento pronosticado ahora para el primer trimestre de
2010 es del 0,9%, frente al 2,4% previsto en Estados Unidos; en el segundo
trimestre la OCDE espera que la eurozona crezca un 1,9% y que EEUU lo haga en
un 2,3%.
El informe
adelantado hoy confirma la recuperación económica mundial, "pero a un
ritmo variable según los países y regiones" y estima que, con los datos de
los que dispone la OCDE, el crecimiento "sin duda va a acusar una
ralentización" en el primer semestre de este año.
El
pronóstico global menos favorable del que indicaban los datos de finales de
2009 está incluido en un adelanto del informe semestral de la organización y se
conoce al día siguiente de que su secretario general, Ángel Gurría, constatara
que la recuperación de Europa va a la zaga de las potencias económicas.
Gurría
había declarado en Praga que veía un "escenario positivo" en la
recuperación económica mundial, aunque precisó que se detectan "tres
velocidades" en ella, en alusión a potencias emergentes como China y la
India, seguidas por EEUU y Japón y, en tercer lugar, Europa.
La
treintena de países que pertenecen a la OCDE se han beneficiado de la expansión
de la actividad en las grandes economías emergentes, entre las que el informe
de la organización destaca a China, la India y Brasil.
Desequilibrios
Pero
advierte que los desequilibrios mundiales se han acentuado con el comienzo de
la recuperación económica y que, especialmente, "persisten importantes
desequilibrios externos dentro de la zona euro".
La OCDE
destaca la "excepción notable" de la eurozona cuando trata de la
actividad económica mundial de finales de 2009, período en el que se registró,
por el contrario, un afianzamiento del consumo privado en EEUU y una demanda
externa "sólida" en Japón.