El índice chino Shanghai sufrió los efectos de la crisis
crediticia después de que el sábado el Banco Central anunciara un aumento del
coeficiente de caja de los bancos que les permita hacer frente a la inflación.
Tras el paréntesis de la sesión de ayer, debido a la
festividad de Duan Wu, o de las carreras de barcos-dragón que conmemoran la
figura del antiguo poeta chino Qu Yuan, el nerviosismo se instaló en los
inversores que esperaban a que diese comienzo la jornada para sacar su dinero
después de que el Banco Central chino anunciara el sábado esta subida, la
quinta en lo que va de año, con el objetivo de frenar la inflación.
En ese contexto, la Bolsa de Shanghai se derrumbó 7,73%, a
3.072,33 puntos, su mayor baja porcentual desde el 4 de junio de 2007.
A partir del 15 de junio el coeficiente de caja de los
bancos se subirá medio punto porcentual, mientras que habrá un alza de otro
medio punto el 25 de junio. Así, el porcentaje de depósitos que debe ser
retenido por las entidades, y no puede utilizarse, por ejemplo, en préstamos,
se elevará al 17,5% a finales de junio, una cifra récord. La medida ha supuesto
un desplome del 7,75% para el principal indicador chino.
Los malos resultados empresariales y la escalada de precios
del petróleo de los últimos meses podrían, no obstante, quedar a un lado de la
mente de los inversores chinos si próximamente se confirma una posible
desaceleración de los precios en el mes de mayo. Un dato que podría recibirse
con los brazos abiertos en los mercados de renta variable.