El Royal Bank of Scotland (RBS)
tuvo en el
primer trimestre de 2010 unas pérdidas atribuidas de 248 millones de
libras (US$ 364,89 millones), un 72,5% menos que en
el mismo periodo del año anterior, cuando acumuló unas pérdidas de
902 millones de libras (US$ 1.328 millones).
Con estos
resultados RBS se convierte en el único banco,
parcialmente nacionalizado, que todavía acumula pérdidas.
Respecto
al trimestre anterior, RBS, que pertenece en un 84% a los contribuyentes británicos, mejoró sus pérdidas un 67,59%.
Sin embargo, el beneficio operativo antes de
impuestos fue de 713
millones de libras (US$ 1.050 millones), que casi se
multiplicó por cuatro respecto al mismo periodo del año anterior, lo
que superó las previsiones de los analistas.
El banco británico,
con sede en Edimburgo (Escocia), consiguió
unos ingresos de 8.020 millones de libras (US$ 11.797 millones),
un 23,22% menos que en el primer trimestre de 2009 cuando
ingresó 10.466 millones de libras (US$ 15.279 millones).
La
deuda contraída a raíz de la crisis de las hipotecas basura
descendió un 14% hasta los 2.700 millones de libras
(US$ 3.966,9 millones).
El director ejecutivo de la compañía
Stephen Hester señaló que
son conscientes de que todavía pueden darse desequilibrios
económicos que afecten a nivel global, especialmente por la
situación de Grecia.
Además, la compañía anunció que la venta de
318 sucursales, a la
que le han obligado la Comisión Europea, está en marcha.