Pese a que los anuncios ya fueron realizados, la realidad es que la venta que está llevando a cabo Duke Energy de sus activos en Latinoamérica -exceptuando Brasil, unidad que se enajenó aparte-, que se encuentran radicados en I Squared Energy International, podría no estar exenta de problemas. Al menos en lo que se refiere a sus activos en Chile.
La razón se encuentra en el hecho de que el acuerdo firmado con I Squared Capital, y que contempla el pago de US$ 1.200 millones, la deuda que mantiene la operación local con bancos de la plaza, podría derivar en la intención de renegociar las condiciones de los préstamos, en términos que involucran reducir el monto -o aceptar una “quita”-, hasta solicitar una extensión “desmedida” del crédito.
Los pasivos que mantiene la generadora con entidades de la plaza alcanzan entre US$ 150 millones a US$ 180 millones, quedándole aún unos cinco años de plazo por pagar. De todas formas, fuentes del sector señalaron que, al menos en lo que se refiere a las cuotas del crédito, éstas se encuentran al día.
Por otro lado, hay quienes recuerdan que estos pasivos tienen covenants que ya se encuentran en situación de incumplimiento, por lo que las entidades financieras podrían solicitar desde la aceleración de los pagos, hasta iniciar un proceso de quiebra o reorganización concursal.
De todas maneras, desde el sistema financiero señalan que las negociaciones entre los norteamericanos se reanudaron en los últimos días, luego de semanas “sin haber tenido noticias de ellos”.
Según el documento firmado por I Squared y Duke Energy, que se encuentra en la SEC en Estados Unidos, el acuerdo contempla una cláusula en la que se definen condiciones como la ausencia de cualquier medida cautelar en contra de la consumación de las transacciones.
Se descartaría aporte de capital
Según comentaron fuentes conocedoras del proceso, al conocerse el anuncio del acuerdo, se conversó con la matriz del holding norteamericano la posibilidad de extinguir la deuda con las entidades locales. Y pese a que lo más simple y rápido en términos contables habría sido realizar un aporte de capital a la filial en Chile, lo cierto es que, trascendió, la respuesta habría sido negativa.
Cabe mencionar que al ser consultados formalmente por Diario Financiero, no se recibieron comentarios por parte de Duke Energy.
La filial internacional comprende operaciones de generación y distribución en varios países de América Latina, entre los que destacan Perú, Chile, Ecuador, Argentina y Centroamérica. En total, posee más de 2.300 megawatts instalados en generación hidroeléctrica y térmica, 730 kilómetros de líneas de transmisión 220kv y plantas de procesamiento de gas natural.
Se espera que la venta se complete en los próximos meses, dependiendo de aprobaciones regulatorias.
La operación global
De acuerdo con los términos del contrato, Duke Energy se comprometió a vender a I Squared Capital, sus activos internacionales en Perú, Chile, Ecuador, Guatemala, El Salvador y Argentina, marcando así su salida de la región.
Estos activos incluyen plantas de generación hidroeléctrica de gas y natural, la infraestructura de transmisión y plantas de procesamiento de gas natural, por un total de 2.300 megavatios (MW) de potencia instalada, de los cuales 380 MW están en Chile.
Por otro lado, los norteamericanos también acordaron la venta de la operación en Brasil, a la compañía china Tres Gargantas, el que involucra ocho plantas hidroeléctricas y dos pequeñas centrales hidroeléctricas, para un total de US$ 1.200 millones.
Estos activos representan una capacidad instalada acumulada de 2.090 MW.
Los activos de Duke en Chile
Fue en julio de 2012 cuando Duke hizo su ingreso al mercado eléctrico nacional, tras adjudicarse los activos de Campanario en US$ 86 millones, que era de propiedad de Southern Cross y Gasco.
Tras un bullado proceso de quiebra, se lanzó una licitación donde la estadounidense superó a Energía Latina -Enlasa, del empresario Fernando del Sol- e Inkia, que también pujaron por la generadora.
Luego, en diciembre de 2012, se quedó con las centrales hidroeléctricas Peuchén y Mampil del Complejo Hidroeléctrico Duqueco de CGE, con lo que completó 380 MW en la Región del Biobío.
Pero la apuesta de la estadounidense en Chile, que incluso en algún momento contempló duplicar su capacidad, duró menos de cuatro años, ya que en febrero se supo que la matriz estaba interesa de enajenar sus operaciones locales.