Chile no fue el único que se defendió de potenciales aranceles. Perú, Brasil y la Unión Europea también enviaron misivas a Estados Unidos.
A principios de marzo, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el Departamento del Comercio realizaría una investigación acerca de las importaciones de madera para determinar sus efectos en la seguridad nacional.
En su proceso, se abrió el Registro Federal para que las partes interesadas enviaran sus comentarios al respecto. A la fecha cuenta con 136 y Chile se hizo parte también.
El embajador de Chile en Washington, Juan Gabriel Valdés, envió una carta al director de la División de la Base Industrial de Defensa del Departamento del Comercio, Stephen Astle.
En la misiva, el diplomático indicó que el Gobierno reconoce y comprende la preocupación de EEUU respecto a la seguridad y confiabilidad de estos materiales críticos para la industria y la construcción.
“Como socio económico estratégico, Chile está comprometido a promover un diálogo abierto, constructivo y transparente sobre asuntos de interés mutuo”, indicó Valdés. Así, apuntó al tratado de libre comercio (TLC) que ambos países comparten hace 21 años y del tratado bilateral tributario de 2024 para eliminar la doble tributación de las empresas. “Además, Chile contribuye a la creación de empleos de calidad y al crecimiento de la economía estadounidense con US$ 15.400 millones en inversiones en EEUU en sectores como servicios, minería y agricultura”, se indica en la carta.
En el caso de la madera, Valdés apuntó a que el país produce insumos de alta calidad en las etapas iniciales de la cadena de valor, que el país norteamericano utiliza en la producción posterior de bienes terminados y semiterminados para sectores como la construcción, los muebles y los embalajes.
“Como socio fiable y comprometido, Chile ha suministrado constantemente productos madereros de alta calidad esenciales para la economía de Estados Unidos y su capacidad de recuperación industrial”, señala el documento.
Y agrega que las importaciones de madera y leña desempeñan “un papel constructivo en la mejora de la seguridad de la cadena de suministro y no suponen ningún riesgo para la seguridad nacional” del país norteamericano. “Por el contrario, reflejan una relación comercial estable, transparente y mutuamente beneficiosa, basada en la confianza y en valores compartidos”, dice.
De esta manera, también se indica que Chile confía en que la investigación en curso del Departamento de Comercio sobre la resistencia de las cadenas de suministro de madera y productos madereros “reafirmará la fortaleza y el valor estratégico de la larga asociación económica entre nuestros países”.
Perú, Brasil y la UE
Otros países también hicieron llegar sus comentarios acerca de la investigación. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo peruano indicó que sus exportaciones a EEUU son solo el 0,01% de toda la madera que llega al país, por lo que “esta cuota limitada confirma que Perú no presenta ningún riesgo de concentración de mercado o dependencia estratégica”.
En el caso de Brasil, indicaron que las exportaciones de productos de madera, según la clasificación del Servicio Forestal Brasileño, a los EEUU alcanzaron los US$ 3.700 millones en 2024, mostrando un crecimiento medio anual del 7,9%.
“Como tal, Brasil insta a EEUU a priorizar el diálogo y la cooperación sobre la imposición de restricciones comerciales unilaterales, lo que corre el riesgo de alimentar una espiral descendente de medidas que podrían poner en grave peligro nuestra relación comercial mutuamente beneficiosa”, indicaron.
La Unión Europea también pidió al Departamento de Comercio que se abstenga de introducir nuevas medidas de la Sección 232 sobre la madera aserrada, la madera de construcción y sus productos derivados.
Productores de guitarras, violines y banyos temen por impacto
Diferentes industrias locales de EEUU se hicieron presentes en los comentarios acerca de la investigación sobre importación de madera.Tal es el caso de los fabricantes de guitarras e instrumentos musicales Gibson, Fender y C.F. Martin, quienes atestiguaron que han contribuido con US$ 6.800 millones anuales a la economía estadounidense y empleado a más de 20 mil personas.
Dado estos números, estos actores pidieron una exención para las maderas de tonalidades aptas para instrumentos: “Salvaguardaría los puestos de trabajo estadounidenses, preservaría la capacidad de fabricación nacional y mantendría la competitividad global de una industria exclusivamente estadounidense sin socavar los objetivos más amplios de la política comercial de EEUU”.
La Federación Americana de Fabricantes de Violines y Arcos y la Liga de Orquestas Americanas también apuntaron al efecto de este tipo de maderas, que crecen en regiones tropicales y no se pueden sustituir con las nacionales. Mientras que la Deering Banjo company indicó que el ébano y la caoba no se cultiva en la mayor economía del mundo.