En
una sesión especial destinada a debatir las irregularidades en las
municipalidades, el contralor Ramiro Mendoza pidió que las ordenanzas
municipales relacionadas con derechos de los ciudadanos tengan un
control preventivo de la Contraloría.
Mendoza destacó que el poder político, representado en el Legislativo y
Ejecutivo, debía definir qué tipo de gobiernos locales deseaba que
existieran en el país.
Recordó que en esta materia, desde su vida independiente, Chile ha
experimentado visiones contrapuestas, como la ley de municipalidades de
1891 ("la ley de la comuna autónoma"), hasta el "retroceso del
municipalismo", de 1925 a 1951.
"No queremos que la Contraloría General de la República se transforme
en un ente de control mal entendido, en el 'Gran Hermano'. Queremos que
controle y cumpla su rol constitucional de manera predictiva, unitaria,
clara, coherente y -como ustedes lo han dicho varias veces- de manera
pertinente en el tiempo", dijo el contralor.
Agregó que "creemos que la sociedad civil tiene derecho a tener una tutela
administrativa de control oportuno, y eso pasa por que hagamos un buen
trabajo de fiscalización y en un tiempo razonable".
En ése ámbito, Ramiro Mendoza exhortó a dotar de autonomía a las unidades de control municipales. "Mientras éstas no tengan autonomía y dependencia técnica normativa
directa y dependencia administrativa funcional de nosotros, carecen de
idoneidad, desde el punto de vista de un buen control", dijo.