Siete meses se cumplen hoy desde que el gobierno presentó su emblemático proyecto que pone fin al lucro, al copago y a la selección en el sistema escolar, iniciativa que habría suscitado el debate más polémico en el primer año de la Nueva Mayoría en La Moneda.
Aunque los parlamentarios de los partidos oficialistas insisten públicamente en que las diferencias sólo tendrían que ver con los mecanismos para lograr los objetivos del proyecto, en la práctica, el debate ha sugerido que también existen discrepancias ideológicas respecto de qué tan lejos debiese llegar la aspiración del gobierno de transformar por completo el modelo educacional vigente.
Eso es precisamente lo que -contra el reloj- definiría el gobierno en los próximos días con la presentación de sus indicaciones a la iniciativa y con los acuerdos que logre en medio del intenso proceso de negociación que se ha desplegado transversalmente en la coalición.
En la recta final del debate, en la NM se han consolidado tres tendencias que, antes del 2 de enero, propondrían cambios divergentes al proyecto, lo que anticipa el complejo trabajo político que enfrentaría el gobierno en el último mes de trámite antes del despacho del proyecto, fijado por La Moneda para el 31 de enero.
Las tres corrientes
Reunión tras reunión. Convocatoria limitada y a puertas cerradas. Durante las últimas semanas se ha evidenciado la conformación de distintos bloques, transversales entre los distintos partidos oficialistas, que han sostenido encuentros con el fin de aunar fuerzas para promover ciertos cambios al proyecto. Aunque aún afinan las indicaciones que presentarían, se anticipa un reñido debate del trámite artículo por artículo en el Senado ante propuestas contrarias en la materia.
Dos de estos grupos están compuestos por quienes desde el principio del debate por la reforma y como miembros de la Comisión de Educación de la Cámara Alta, se han enfrentado en acaloradas discusiones. Por un lado, el presidente de la DC, senador Ignacio Walker, y por otro, el timonel del PPD, Jaime Quintana, junto al PS Fulvio Rossi.
Estos últimos han representado la postura más dura en torno a la reforma. En el debate en particular se concentrarían en no admitir excepciones para acabar con la selección académica y en posicionar el tema de sancionar penalmente el lucro. También aseguran que observarán de cerca las indicaciones que sus pares propongan respecto de ampliar la alternativa de arriendo a establecimientos que no contempla la indicación que el Ejecutivo presentó en el primer trámite y que repondrá en el Senado.
La dupla busca aunar fuerzas con los diputados miembros de la comisión ad hoc –grupo legislativo que en la Cámara también abogó por una dura versión del proyecto. Así, mientras ambos senadores han advertido que no están por un "mero maquillaje" al sistema, en la misma línea, los diputados manifiestan que rechazarán el proyecto en tercer trámite en caso de que el Senado lo modere.
En tanto, Walker trabaja en un texto con indicaciones en conjunto con el resto de los senadores de su partido. Entre los ejes principales contemplan permitir el arriendo entre relacionados en el caso de colegios chicos y establecer un mecanismo que autorice la selección a establecimientos con proyectos específicos.
Especial rol juega el senador Andrés Zaldívar (DC), quien, como miembro de la Comisión de Hacienda, participará en la votación en particular. Esto último luego de que el timonel falangista lograra imponersu idea de legislar en comisiones unidas, fórmula que en la práctica le permitiría alcanzar un mayor respaldo para aprobar sus cambios, con la incorporación al debate de parlamentarios con visiones más moderadas que las que sostienen quienes conforman la Comisión de Educación.
Y precisamente es del grupo legislativo que compone Hacienda, que surge un tercer bloque que conforman los senadores PPD, Ricardo Lagos Weber y Adriana Muñoz, el PS Carlos Montes y el independiente Alejandro Guillier, entre otros. Ellos señalan no estar "ni en la línea de Walker y Zaldívar, ni en la de Rossi y Quintana".
Bajo esa consigna es que se prevé que las indicaciones que presentarían en conjunto serían de un punto más intermedio entre los grupos que se verían enfrentados en enero.
Uno de los principales temas que defenderían sería, al igual que la DC, el de extender el plazo para la transición a un régimen sin fines de lucro para los colegios bajo 400 alumnos. También, acercándose a la postura del bloque más duro, apoyarían la penalización del lucro.
Con todo sobre la mesa, las últimas dos semanas que restan para que finalice 2014, serán momentos claves para el Mineduc, que también trabaja en sus propias indicaciones.
Desde el equipo de Eyzaguirre afirman que se estaría haciendo un "intenso trabajo político con mucho diálogo con todos". Y aunque inicialmente se pretendía tener un borrador de indicaciones antes de Navidad, aseguran que frente al complejo escenario de discrepancias en la NM, esa fecha sería "casi imposible" de cumplir.