La actividad económica en Brasil mejoró el pasado junio un 0,75% en relación a mayo, lo que supone una reacción ante los diversos estímulos anunciados por el Gobierno a través de la vía tributaria, informó hoy el Banco Central de Brasil.
El resultado del Índice de Actividad Económica (IBC), anunciado hoy por la institución, señala que la mejoría observada en junio es la mayor desde marzo de 2011, cuando había sido de 1,47%.
En comparación con junio del año pasado, la actividad económica ha aumentado un 0,99 %, lo cual fue considerado un buen augurio por el Banco Central, que ya ha reducido sus previsiones de crecimiento para este año del 4,5% inicial a un 3%, debido al impacto de la crisis global.
Según la institución, la mejoría observada en junio es respuesta a una serie de medidas adoptadas por el Gobierno de Dilma Rousseff, que ha estimulado el consumo mediante una reducción de tributos para automóviles, muebles y aparatos de línea blanca, entre muchos otros productos.
A fin de apalancar a la economía y propiciar un mayor repunte, el Gobierno también anunció esta semana un plan de concesiones al sector privado por 133.000 millones de reales (unos US$ 65.500 millones), para mejorar la antigua infraestructura del país.