La recientemente reelecta presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que su gobierno intensificará la lucha contra la inflación y fortalecerá las cuentas públicas con recortes de presupuesto, informaron ayer medios locales.
En una entrevista con los cuatro principales periódicos del país, Rousseff aseguró que el gobierno tendrá que "hacer las tareas" buscando recortar gastos y no depender de las tasas de interés para frenar la inflación.
"Necesitamos endurecer los controles para la inflación", señaló Rousseff según citó el diario Folha de Sao Paulo. "Tenemos un problema interno con la inflación", agregó la mandataria.
La presidenta está bajo una creciente presión para limitar el gasto público, reducir los aumentos de precios, y revitalizar la economía para ganarse nuevamente la confianza de los inversionistas, preocupados por su tendencia hacia una política económica intervencionista.
Rousseff aseguró que los gastos del gobierno serán revisados "a través de una lupa" y sugirió que los cambios se implementarían gradualmente, según el sitio web del periódico O Globo. No especificó qué recortes se aplicarían al presupuesto, pero agregó que "varias partidas pueden ser reducidas". Eso sí, aclaró que no va a reducir ministerios, porque ese no es el camino.
Petrobras sube precios
La petrolera estatal Petrobras, en tanto, anunció ayer un alza de 3% en el precio de la gasolina y de un 5% en el caso del diésel, lo que entró en vigencia en la medianoche.
El reajuste de los combustibles se aplicará en los precios de venta en las refinerías, explicó la empresa en un comunicado.
Tras una reunión que sostuvo esta semana el directorio de la compañía con el gobierno, la presidenta de la petrolera, Maria das Graças Foster, afirmó el martes que el "aumento del combustible no se anuncia, se practica".
El aumento del precio de los combustibles es el séptimo reajuste aplicado por el gobierno de Rousseff.