Por Choi Chi-yuk
El gobierno chino está adoptando un doble enfoque frente a las protestas anti japonesas en China, según analistas. Las autoridades dan una aprobación tácita a las manifestaciones en respuesta a los activistas nipones que ocuparon las disputadas islas Diaoyu, conocidas en Japón como Sekaku, pero evitan adoptar medidas diplomáticas duras contra Tokio, aseguran.
Zhou Yongsheng, experto de la Universidad China de Estudios Exteriores, dijo que el sentimiento anti nipón es tan fuerte que el gobierno incluso acepta que las protestas no pueden ser contenidas. Sin embargo, añadió que el gobierno podría terminar con ellas en vísperas del congreso del Partido Comunista de otoño, donde se elegirá un nuevo gobierno.
El analista Chen Ziming cree que “Beijing quiere usar el fuerte sentimiento patriótico como moneda de intercambio cuando negocie con los japoneses”.
También dijo uqeel tema le ayuda a desviar la atención de problemas nacionales.
Además, según Zhou, los chinos no son los únicos en realizar estos cálculos. Aseguró que Japón aprobó tácitamente que los activistas ocuparan las islas luego de instalarlos a no hacerlo. “De esta forma, los japoneses podrían tener una mejor posición para acusar a los chinos de instigar el conflicto”.
Zhou espera que las manifestaciones decaigan, ya que Beijing no quiere que las relaciones sino-japonesas se deterioren aún más.