Internacional
“Costos laborales de Argentina y Brasil son el doble de hace diez años”
Es resultado de economía basada en consumo, sin inversión.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 17 de agosto de 2012 a las 05:00 hrs.
El modelo económico basado excesivamente en el consumo, más que en la inversión, como en Brasil y Argentina, ha causado que en esos países los costos unitarios laborales hayan crecido demasiado rápido y se duplicaran en los últimos diez años, lo que ha afectado su competitividad, advirtió ayer el economista jefe de mercados emergentes de Deutsche Bank, Gustavo Cañonero.
El experto señaló que “al no haber inversión, no hay crecimiento de la productividad”, con lo cual hay serios problemas de competitividad y un “claro incremento en el costo para hacer negocios en estos países”. Cañonero hizo referencia al anuncio de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que apunta a atraer hasta US$ 60.000 millones en inversiones en los próximos cinco años en autopistas y vías férreas, pero lo calificó de “insuficiente”. Además contrastó la situación de Brasil y Argentina con Chile, México y Perú, donde los costos se han mantenido más estables.
El economista argentino luego relacionó la situación de las dos principales economías sudamericanas y la desaceleración que están sufriendo, en comparación con algunos de sus vecinos. Insistió en que ambos requieren más inversión para volver a crecer.
Cañonero además explicó que los mercados emergentes, si bien no han sufrido un excesivo impacto de la crisis europea y la desaceleración de EEUU, “lamentablemente no pueden sustituir todavía” a ambos mercados y también están sufriendo un crecimiento menor.
La duda del economista es qué tan sustentables son algunos mercados emergentes “en este contexto internacional”, si bien es cierto que en su expansión económica se han “separado” de las economías centrales, especialmente en la tendencia, gracias a que “hacen mejor las cosas, como estar más abiertos”.
La pregunta central, según Cañonero, que surge de mirar su desempeño económico, es saber “hasta qué punto no hemos llegado a un momento de saturación en los modelos de crecimiento”, como en el caso de China, que está viviendo una desaceleración.
“En China el proceso es de fuerte inversión. Estamos hablando de un país que invierte casi cincuenta puntos del PIB. En países normales es de entre veinte y treinta”, dijo. Sin embargo, advirtió que eventualmente la nueva inversión está sufriendo lo que los economistas llaman “rendimientos decrecientes”, frente a lo que sucedía al comienzo, con la excepción de la provincia de Chongqing, con un nivel muy superior de inversión y PIB que el promedio.
El experto además aseguró que las autoridades chinas son cuidadosas en la aplicación de estímulos para animar la economía, “porque tienen miedo, en algunos casos, de haberse excedido en los mercados”, como ocurrió en el inmobiliario. “Eso obviamente hace que si la economía se desacelera, no haya demasiado apetito para impulsarla”, dijo.