La
Reserva Federal de Estados Unidos propuso nuevas directrices
sobre políticas de pago de los bancos,
partiendo por un análisis de las 28 firmas norteamericanas más grandes,
para asegurar que los síntomas de la crisis económica no se repitan.
Según el presidente de la Fed, Ben S. Bernanke "las prácticas de
compensación en algunas organizaciones bancarias han conducido a incentivos
desalineados y la toma de riesgos excesiva, contribuyendo a depositar pérdidas
y la inestabilidad financiera".
Así el Banco Central, los legisladores estadounidenses, la
administración de Presidente Barack Obama y líderes mundiales pretenden revisar
los incentivos para reducir amenazas al sistema financiero.
Junto con esto el Tesorero de ese país decidió bajar el sueldo de los
ejecutivos de las empresas estadounidenses que más fondos públicos recibieron,
incluidas General Motors (GM) y Bank of America, quienes verán su salario
reducido un 50% desde noviembre.
La decisión afecta a 175 directivos, los mejor pagados de siete compañías en
las que el gobierno inyectó millonarios fondos para evitar
su colapso por la crisis y que siguen recibiendo altos sueldos, lo que ha causado un gran rechazo público.
Obama señaló que la medida es "un paso importante para limitar la
influencia de la compensación de los ejecutivos en Wall Street, que al mismo
tiempo permite que esas empresas tengan éxito y prosperen".
No obstante, la rebaja de la remuneración sólo afecta a esas siete compañías y
no a empresas pequeñas que han recibido dinero público o a grandes
conglomerados que lo han devuelto, como Goldman Sachs y JPMorgan Chase.