El ministro finlandés de Asuntos Europeos, Alexander Stubb, aseguró hoy que Finlandia está 100% comprometida con el proyecto económico y político del euro. Con estas declaraciones, efectuadas a Reuters, Stubb ha salido al paso de los comentarios realizados por el titular de Exteriores finlandés, el socialdemócrata Erkki Tuomioja, quien en The Daily Telegraph había dicho que su país debe estar preparado para una eventual ruptura de la zona euro.
Stubb, hombre cercano al primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, ambos pertenecientes al partido mayoritario de la coalición que gobierna el país, el grupo conservador Coalición Nacional, se ha mostrado dispuesto a acudir en ayuda de aquellos otros países miembros del euro que atraviesan por dificultades económicas y financieras, pero matizando que, a cambio, se les exigirá una mayor disciplina presupuestaria.
Por su parte, Tuomioja, perteneciente al Partido Socialdemócrata, el segundo mayor partido en el Ejecutivo, aseguró respecto a una posible fragmentación del euro que "no es algo que nadie esté pidiendo en Finlandia, y mucho menos su Gobierno, pero tenemos que estar preparados, señaló el ministro, quien añadió que el Ejecutivo finlandés dispone de "algún tipo de plan operativo para cualquier eventualidad".
En opinión de Tumioja, esa hipotética ruptura de la zona del euro "no significaría el final de la Unión Europea", e incluso "podría hacer que la UE funcionase mejor.
Recordatorio desde Bruselas
Por su parte, la Comisión Europea ha recordado este viernes a Finlandia "el firme compromiso de todos los líderes" de "que harán todo lo que sea necesario para preservar la integridad de la eurozona", y ha dejado claro que el Ejecutivo comunitario no trabaja en planes de contingencia ante los rumores de una posible salida de Grecia del euro, informa Europa Press.
"Creemos que el euro es irreversible", ha asegurado el portavoz del Ejecutivo comunitario en rueda de prensa, Olivier Bailly, en respuesta a las polémicas declaraciones del ministro de Exteriores finlandés sobre la necesidad de elaborar planes preventivos.
Finlandia ha sido, y sigue siendo, uno de los países más reticentes en acudir al rescate de otras economías europeas bajo el argumento de que sus ciudadanos no tiene por qué pagar las deudas contraídas por otros. De hecho, ha sido el único país que ha pedido garantías sobre el préstamo de hasta 100.000 millones de euros acordado entre el Gobierno español y la UE para sanear la banca española.