El Gobierno de Argentina prohibió
una transacción para exportar armas a Tarija, ante el temor de que
pudiera contribuir a una escalada de violencia en esa convulsionada
región del sur de Bolivia, informó hoy la prensa local.
El Ejecutivo tomó una resolución similar frente a otro pedido de
envío de pistolas y municiones a Costa Rica, debido a la sospecha de
que en ese país había una célula de las rebeldes Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
Ambas decisiones fueron adoptadas hace tres semanas por la
Cancillería argentina y se trataba de operaciones pactadas entre
empresas privadas, indicaron fuentes oficiales al diario bonaerense
La Nación.
La venta de armas a Tarija fue frenada en momentos en que ese
departamento boliviano, fronterizo con Argentina y Paraguay, se
sumaba a un proceso autonomista que también comprende a las regiones
de Santa Cruz, Beni, Pando y Chuquisaca.
Las fuentes explicaron que el ministerio de Relaciones Exteriores
decidió intervenir luego de que el Registro Nacional de Armas
(Renar) argentino recibió una solicitud de una firma privada local
para concretar la venta a un grupo privado boliviano.
El Renar se negó a revelar el nombre de las compañías
involucradas, al aducir que el organismo había abierto un expediente
legal sobre el pedido de exportación.
Según las fuentes, la Cancillería desaconsejó al Renar el envío
del cargamento bélico por considerar que "el escenario político y
social en Tarija es de suma inestabilidad" y "el pedido era para
exportar principalmente armas de mano y municiones, lo cual
resultaba sospechoso en el escenario político de la región".
En el caso del pedido de autorización para vender armas a Costa
Rica, la negativa se fundamentó, entre otras cuestiones, en
información hallada en el ordenador del fallecido número dos de las
FARC, Raúl Reyes, en la que se revelaba que en aquel país había una
célula de esa organización guerrillera.