El banco estadounidense Goldman Sachs
pronostica un crecimiento de 1% de la economía
latinoamericana para 2009, aunque las cuentas de la región podrían
haberse contraído ya en el tercer trimestre de 2008.
Así lo manifestó hoy en Londres el brasileño Paulo Leme, director
de la división latinoamericana de Goldman Sachs, entidad que celebra
en la capital británica su conferencia anual internacional.
Leme dibujó un panorama sombrío del momento económico, dado que
el retroceso "se está produciendo a una velocidad sin precedentes",
y consideró que la crisis actual es la peor desde 1982, cuando
América Latina sufrió la peor recesión desde la II Guerra Mundial.
"Va a haber muchas víctimas entre las grandes empresas", alertó
este experto brasileño, que trabaja en el banco estadounidense desde
1993, adonde llegó después de trabajar para el Fondo Monetario
Internacional (FMI) durante nueve años.
En su intervención ante sus compañeros de Goldman Sachs, titulada
"Necesidades financieras externas, ajuste y macropolíticas en
Latinoamérica", Leme manifestó que la crisis no ha hecho más que
anunciarse y que "hay mucho más por venir".
"No hay financiación y hay mucha deuda", explicó Leme, quien
destacó el impacto que ha sufrido el déficit por cuenta corriente,
que en 2009 alcanzará los US$67.000 millones, después de
varios años con números positivos para la región.
Esto influirá negativamente en las exportaciones, que hasta ahora
han sido la fortaleza económica principal de la región.
"Hasta ahora podíamos salir de las crisis gracias a las
exportaciones, pero ahora no va a ser así", manifestó Leme, que
recordó que la fuerte caída de la demanda de materias primas en los
mercados internacionales está siendo letal para América Latina.
El problema no va a ser sólo para las empresas, añadió Leme, que
consideró que "probablemente el problema será también un problema
soberano", porque las deudas terminarán pagándolas las cuentas
públicas, algo que tendrá un impacto distinto en función del país.
Brasil -"que es como una boa constrictor que ha devorado
demasiada deuda y ahora no puede digerirla"- tiene la ventaja de un
amplio colchón de sus reservas internacionales, que en 2008 eran de
US$193.800 millones y que se reducirán un 7,7% en 2009.
Pero países como México, cuya economía ya está en recesión con un
retroceso de 0,1% en el cuarto trimestre de 2008 y una previsión
de 1% negativo para el primer trimestre de 2009, tienen un tercio
de esas reservas y menos margen para intervenir y afrontar la deuda.
Leme terminó utilizando el término "colapso" para expresar la
situación en la que están los niveles de actividad económica,
producción industrial y ventas al por menor en países de tan diversa
condición como Brasil, México, Chile y Colombia.