El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, reconoció hoy en el
Parlamento de Atenas que se "han confirmado nuestros peores temores"
sobre la dura crisis económica que atraviesa el país helénico.
"Grecia atraviesa hoy por una de las mayores crisis económicas de los
últimos 36 años de democracia", señaló el primer ministro y agregó que el
déficit público griego es 15.000 millones de euros mayor de los anunciado por
el Gobierno anterior, liderado por la conservadora Nueva Democracia.
El déficit público griego alcanzó el año pasado el 12,7% del PIB, mientras que
la deuda pública supera ya el 110% del PIB, lo que presiona la credibilidad de
la zona euro a la que Grecia pertenece.
Papandreu declaró que las "dolorosas" medidas económicas asumidas por
su Ejecutivo para reducir el déficit son "indispensables" para la
supervivencia del país y prometió a la población que "el sacrificio no
será en vano".
El jefe de Gobierno justificaba así las medidas de recortes en el sector
público que estarán acompañadas por otras exigidas por Bruselas tras un
estrecho control de las cuentas griegas, ordenado por la Unión Europea (UE).