El panorama para los países emergentes es más sombrío que en el pasado, pero las perspectivas podrían mejorar si es que las principales naciones en desarrollo implementan las reformas requeridas. Esa es la visión de John Lipsky, ex primer subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, quien estuvo de visita en Chile como invitado de honor del seminario Sura Wealth Management Summit 2014 titulado "Qué esperar en la economía global". En entrevista con DF, el senior fellow de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins aseguró que los BRIC –Brasil, Rusia, India y China– tienen una mala evaluación en cuanto al progreso de las reformas que alentarían su crecimiento. Además, se mostró optimista sobre las previsiones a mediano plazo para la zona euro, ya que confía en que los gobiernos tomarán las acciones necesarias para apuntalar la recuperación del bloque.
- Usted aseguró que el FMI es muy pesimista sobre la zona euro. ¿Esto significa que la región no caerá en recesión?
- Lo que estaba tratando de decir es que no me obsesionaría mucho sobre si es que hay una recesión o no. El crecimiento va a ser muy débil en el corto plazo sin importar lo que ocurra y por eso es posible que haya una recesión. Pero, para mí, el verdadero asunto es si es que hay un riesgo de una caída económica significativa y sostenida y no veo una razón para eso. Sí veo razones para el optimismo. Si las autoridades pueden hacer avances en los temas estructurales, como completar la unión bancaria, fortalecer el mercado único y crear una unión de los mercados de capital, entonces esperaría que el panorama de mediano plazo sea considerablemente más positivo.
- ¿El BCE lanzará un programa de alivio cuantitativo?
- Es posible, pero es importante contrastar lo que el presidente Draghi dijo en agosto de 2012, cuando salvó la situación al declarar que "haremos lo que sea necesario y, créanme, será suficiente", con lo que expresó en Jackson Hole, cuando sostuvo que "haremos todo lo que podamos y, créanme, no será suficiente". En otras palabras, no tienen las herramientas para corregir la situación por sí mismos y se necesitará la acción de los gobiernos para terminar esta sensación de crisis.
- ¿Y los gobiernos harán su parte?
- Sí. Quizás no todos quedarán satisfechos, pero el asunto es muy claro. Los países de la periferia han realizado cambios y, luego de absorber un sufrimiento real, están viendo resultados. Debería ser completamente claro que las reformas estructurales en realidad producen resultados positivos. Espero que esa lección no se pierda en los grandes países del bloque.
- ¿Cuál es la perspectiva para el mundo emergente?
- Es menos apetitosa que antes. El crecimiento se está ralentizando y esto refleja un lento o una falta de avance en las necesarias reformas estructurales. Esto requiere coraje y consenso político y paciencia. Cuando miramos a cada uno de los BRIC, ninguno recibiría una nota alta por las reformas.
- Si Aécio Neves es electo en Brasil, ¿cree que el panorama podría mejorar en esta nación?
- Pongámoslo de esta manera. Neves ha dicho que si gana, nombrará a Armínio Fraga como ministro de Finanzas. Debo decir que es un ex colega y de quien tengo la más alta estima. Él tiene un plan de política claro y, de ser implementado, estaría muy confiado de que produciría mejores resultados para el país.
Chile no coincide con la descripción de "mediocre"
Hay muchas reformas y faltan detalles, pero si se ejecutan bien, el resultado será positivo.
- ¿Cuál es su impresión sobre las reformas promovidas en Chile?
- Primero que todo, amo a Chile, por lo que no soy un observador neutral. Sobre las reformas, hay dos respuestas: una es que están pasando muchas cosas al mismo tiempo, lo que es impresionante. En segundo lugar, muchas de las reformas aún son algo vagas –estoy pensando específicamente en la reforma educacional– o carecen de detalles finales.
- ¿Pero esos cambios son necesarios para el futuro?
- Claramente se necesitan mejoras en el de crecimiento de la productividad. Un elemento importante, por ejemplo, será el avance en la expansión del capital humano y el sistema educacional tiene algo que ver con esto, al igual que la estructura tributaria y la del mercado laboral.
- Esta semana, Financial Times afirmó que "Chile encarna la nueva mediocridad". ¿Está de acuerdo con esa frase?
- Para ser honesto no he leído el artículo. Entiendo que debe referirse al crecimiento más lento. Creo que los grandes puntos son directos e importantes, y el primero es que, luego de un período muy favorable, parece claro que estamos en un período menos favorable. El segundo punto es que el gobierno está proponiendo un rango inusualmente amplio de reformas que potencialmente podrían impactar la confianza y el desempeño económico. Este período de incertidumbre es inevitable, pero si se hace bien, debería producir resultados que serán positivos para la economía. Creo que este juicio que Chile es un ejemplo de la nueva mediocridad no parece corresponder con la situación local o reflejar adecuadamente la combinación de desafíos y oportunidades que es evidente en el país.