Por Isabel Ramos Jeldres
El alza en el precio de los alimentos está causando preocupación a nivel mundial. Los líderes de Estados Unidos, Francia y México, que ocupa temporalmente la presidencia del G20, sostendrán una conferencia telefónica a fines de agosto para discutir si se requiere o no una reunión internacional de emergencia. El presidente estadounidense Barack Obama, por su parte, anunció medidas de apoyo a los agricultores para enfrentar la peor sequía en el país en más de 50 años.
Las autoridades del G20 están preocupadas por evitar que se produzca una crisis de alimentos como la que sucedió en 2008, cuando las alzas de precios desataron conflictos en los países más pobres del mundo.
El precio del maíz, el principal ingrediente del alimento del ganado, ha subido 57% desde mediados de junio. Llegó a un máximo de
US$ 8,49 el bushel el viernes en la bolsa de Chicago, luego de que el Departamento de Agricultura redujera su estimación de producción en 17%. Según la institución, la cosecha de maíz de este año estará por debajo de los 11.000 millones de bushels por primera vez en seis años. La producción de soya, por su parte, llegará a un mínimo en cinco años.
La FAO informó la semana pasada que su índice de alimentos subió 6,2% en julio, su mayor salto desde 2009, y realizó un llamado para que no se apliquen barreras al libre comercio, ya que hace cuatro años estas medidas empeoraron la situación.
Francia, EEUU y México analizarán un informe sobre precios agrícolas que Francia pidió el mes pasado y que fue recopilado por el Sistema de Información del Mercado Agrícola, un mecanismo creado el año pasado y diseñado para compartir información sobre los precios de las cosechas con miras a evitar una crisis como la de 2008.
Ayuda a agricultores
Ayer, el presidente Obama anunció la compra de carne por hasta US$ 170 millones para ayudar a los agricultores y productores de ganado.
El plan contempla que el Departamento de Agricultura adquiera US$ 100 millones de cerdo, US$ 50 millones de pollo, US$ 10 millones en cordero y US$ 10 millones en bagre. Eso se suma a los US$ 30 millones de ayuda que se anunciaron la semana pasada. Obama dijo además que ordenó al Departamento de Defensa que acelere las compras y que guarde carne para usarla posteriormente. Las adquisiciones ayudarán a los granjeros, además de que el gobierno obtendrá mejores precios por los productos que si los hubiera comprado después, aseguró.
Más de la mitad de los condados de EEUU han sido declarados áreas de desastre natural por el Departamento de Agricultura.
Los precios del ganado, en tanto, están cayendo porque los productores están enviando antes los animales al matadero, para evitar los altos costos de la alimentación.
De acuerdo con un informe de la Reserva Federal de Kansas City, los estadounidenses sentirán el alza en el precio de los alimentos en los supermercados el próximo año. El banco central regional estimó que los efectos de la sequía sumarán un 4% adicional al Índice de Precios al Consumidor (IPC) de alimentos entre septiembre de 2011 y septiembre de 2012.
Sin embargo, la Fed aclaró que el impacto en la inflación será moderado, ya que los alimentos representan sólo un 14% del IPC.
Menor consumo global
Por su parte, el presidente de la firma de asesoría de inversiones Cumberland Advisors, David Kotok, advirtió que el aumento en el costo de los alimentos reducirá el gasto de los consumidores en todo el mundo. “Hay que tomar este shock de precios de los alimentos seriamente”, escribió en una carta a clientes. “Es probable que esta caída en la producción de alimentos sea un ciclo de varios años. El impacto del incremento en los precios de la comida es ahora global. Más aún, nos hemos quedado sin colchones de inventario”, añadió.