Por Macarena delPino
Uno de los mayores desafíos que se le presentó a la Reserva Federal de Estados Unidos cuando decidió recortar su estímulo era idear una estrategia que le permitiese normalizar su política monetaria y no perjudicar de sobremanera los mercados financieros del mundo. Según los resultados y las reacciones recogidas luego del anuncio, este objetivo se está logrando.
En mayo, luego de que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, anunciara que recortarían el potente paquete de compras mensuales de bonos por
US$ 85.000 millones antes de fin de año, la reacción a nivel mundial no se dejó esperar y tuvo consecuencias mayores: en los cinco días que siguieron al anuncio, el mercado accionario perdió
US$ 3 billones (millones de millones) a nivel global.
Sin embargo, en esta oportunidad la Fed logró comunicar el recorte de
US$ 10.000 millones en el programa de alivio monetario sin arrastrar con ello consecuencias para los mercados internacionales, y la clave fue su fuerte compromiso con mantener las tasas de interés en los mínimos históricos hasta “mucho después” de alcanzar la meta de 6,5% de desempleo (hoy es de 7%).
“La Fed está tratando de volver a una política normal sin causar contratiempos en la economía ni mucha angustia en los mercados financieros”, dijo a Bloomberg Ward McCarthy, ex economista de la Fed de Richmond. “Basado en la reacción inicial, ellos (la Fed) encontraron un elixir mágico”.
Wolfgang Schaeuble, ministro de Finanzas de Alemania, declaró luego del anuncio que hay un amplio consenso internacional de que “tenemos que retirarnos cuidadosamente de una política monetaria muy holgada tan pronto como el escenario económico lo permita. En ese sentido, puedo entender la decisión de la Fed”.
El buen manejo del banco central de EEUU se evidenció en el índice de Standard & Poor’s 500, el que registró un alza de 1,7%, su mayor salto en los últimos dos meses, mientras que el rendimiento de los bonos del Tesoro a diez años aumentó en 0,06 punto porcentual a 2,89%.
China: medida es un “paso positivo”
Zhu Guangyao, vice ministro de Finanzas de China, también elogió la decisión de la Fed y lo consideró un “paso positivo”. También, el gobernador del Banco Central de Filipinas aseguró que esta medida hacia la normalización es “bienvenida, ya que significa que la economía estadounidense está creciendo”, mientras que el jefe de gabinete japonés, Yoshhide Suga, estimó que el recorte era apropiado.
Por su parte, el ministro de Finanzas indio, Palaniappan Chidambaram, dijo que el gobierno estima que los mercados ya han incorporado la decisión de la Fed y que “probablemente no se sorprenderán con estos moderados cambios”.
Axel Christensen, director gerente de BlackRock, dijo a DF que atribuye este menor impacto a que “en mayo fue mucho más sorpresivo (el anuncio). El efecto sorpresa negativo de mayo, hoy no está y los precios de los activos entretanto se han ido ajustando”. Sin embargo, advirtió que existe aún la posibilidad de que el recorte tenga un impacto, pero éste será menor, y “será diferenciado en los países emergentes”.
Christensen añadió que aquellos países que están en mejor situación macroeconómica, con cuentas fiscales en orden o con pequeño déficit, “lo van a pasar mejor, van a tener menos volatilidad en sus tasas de interés y en sus tipos de cambio que los países que están más vulnerables a escenarios de tasas más altas en EEUU”.
Así también estimaron analistas de la consultora Capital Economics, quienes aseguraron que si bien las grandes caídas en las monedas de los países emergentes ya ocurrieron, sí esperan una futura debilidad en países en los que el déficit de cuenta corriente es aún un problema, “en particular Brasil, Sudáfrica, India y Turquía”, señaló Financial Times.