Pese al histórico plan de ajuste, ya nada parece detener la continua caída de España
Las dudas del apoyo europeo y el temor a que España incumpla en materia de déficit apuntan a un rescate total.
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Por Marco Fajardo
El paciente sigue grave. Los cuestionamientos al interior de la UE al rescate bancario, las dudas sobre su implementación y la desconfianza sobre el cumplimiento de las metas presupuestarias de España continúan impidiendo su recuperación.
Eso explica que los mercados hayan reaccionado con tibieza, si no derechamente frialdad, frente al mayor plan de ajuste en democracia por 65.000 millones de euros que incluye enormes recortes al gasto público y aumento de impuestos.
Inversionistas y analistas temen que las últimas medidas sólo empeoren las cosas para un país que ya está en recesión, la cual de profundizarse recortará los ingresos aún más y dificultará el cumplimiento de las últimas medidas para disminuir el déficit presupuestario.
“(Las medidas) no abordan el tema del financiamiento y el problema de la falta de demanda. Sólo recortarán los ingresos, la capacidad de generar empleos y dificultarán aún más el pago de la deuda”, explicó Juan Torres López, profesor de economía de la Universidad de Sevilla, a Reuters. “Los objetivos de déficit también serán más difíciles de cumplir”.
El docente no está solo con sus temores. “Dudamos que el plan de ajuste (...) se cumpla por completo”, señaló ING en una nota. Ayer, la rebelión de seis comunidades al techo de déficit exigido por el gobierno central pareció darle la razón. En los primeros cinco meses del año el déficit ya alcanzó el 3,41% del PIB, en comparación al 2,59% del año anterior.
El rendimiento del bono a diez años, que funciona como termómetro de la confianza de los mercados, bajó tras el anuncio del severo plan de ajuste, pero ayer volvió a subir a 6,65%, demasiado cerca del 7% en que pidieron rescate Grecia, Irlanda y Portugal. La bolsa de Madrid también cerró con pérdidas de 2,58% y acumula un retroceso anual de 22,60%.
El país no da confianza. Eso explica la fuga de capitales: 55.195 millones de euros de noviembre al 30 de abril, al mayor ritmo desde 1990.
Raj Badiani, analista para España de IHS, señaló a DF que los mercados han dado “un paso atrás para pedir más detalles sobre las medidas de la última cumbre, mientras reconocen que los riesgos de la implementación del rescate bancario son altos”.
Badiani apunta a la resistencia de Finlandia y Holanda a votar contra el uso de los recursos del fondo europeo MEF para comprar bonos de países aproblemados como Italia y España en el mercado secundario y el cuestionamiento legal al fondo europeo ante la Corte Constitucional alemana, que ha prometido darse su tiempo para analizar el tema, lo que retrasaría su implementación.
“Compra de tiempo”
España parece poder suplir sus necesidades de financiamiento para 2012. De hecho, ya ha cubierto el 65,5% para el actual ejercicio, frente al 57% del año pasado por esta fecha, según datos de Societe Generale. Sin embargo, para 2013 las condiciones parecen más sombrías, “en medio de una profundización de la recesión y el contagio de una salida de Grecia del euro, a más tardar el tercer trimestre de 2013”, según Badiani. Según el FMI, para el próximo año las necesidades de financiamiento de España alcanzarán la friolera de 230.000 millones de euros, un 21,5% del PIB.
Por eso, por el momento, al igual que Grecia, España no parece haber hecho otra cosa que comprar tiempo para evitar lo que nadie quiere: un rescate soberano. Algo que para algunos analistas como David Watts de Creditsight desgraciadamente no sólo es posible, sino “altamente probable”.