La pobreza entre la población urbana
de Argentina se situó en 17,8% a finales del primer
semestre del año, lo que representa una baja de 2,8 puntos respecto
a los datos de finales de 2007, informó hoy el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INDEC).
Un informe semestral de esta institución precisó que a finales de
junio pasado 4,3 millones de argentinos que habitaban en zonas
urbanas no alcanzaban a satisfacer sus necesidades mínimas de
alimentación, salud, vivienda, educación, transporte y otros
servicios básicos.
El 5,1% de la población urbana, lo que equivale a 1,2
millones de personas, es indigente, es decir que ni siquiera puede
alimentarse adecuadamente, según el INDEC.
A finales del junio, se consideraba pobre a una familia de cuatro
miembros con ingresos mensuales inferiores a 988,37 pesos (unos
US$315,7).
La pobreza en Argentina ha disminuido progresivamente desde el
tope del 57,5 por ciento que registró en octubre de 2002, tras el
estallido de la última crisis económica, una de las más severas que
ha vivido el país.
La medición que realiza semestralmente el INDEC, cuyas
estadísticas son cuestionadas por economistas, dirigentes de
oposición y empleados del propio organismo, tiene en cuenta el nivel
de vida en los 31 centros urbanos más poblados del país.