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Un equipo dedicado y reuniones 1 a 1: los avances en Chile del proceso de división de EY

A la espera de la votación de los cerca de 70 socios nacionales sobre la separación del negocio en dos empresas distintas, la country head manager, Macarena Navarrete, explicó que ya cuentan con planes individuales, así como conversaciones con los clientes y un equipo dedicado al proceso.

Por: M. Lüders Y R. Zacconi | Publicado: Lunes 28 de noviembre de 2022 a las 04:00 hrs.
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Foto: Julio Castro
Foto: Julio Castro

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A dos meses de que los socios principales de EY global aprobaran un histórico plan para dividir la firma en dos negocios separados de auditoría y consultoría, los avances en Chile para alcanzar un acuerdo continúan.

La country head manager de la “Big Four” en Chile, Macarena Navarrete, aseguró a DF que una de las primeras medidas fue formar internamente un grupo especializado de 16 personas para analizar en detalle las implicancias de la división y fomentar que el resto de los socios sigan con sus clientes y trabajo habitual.

“Estamos totalmente convencidos de la estrategia extraordinaria. Nosotros acá en Chile somos una empresa muy grande para el mercado chileno y crecer siempre tiene desafíos”.

Este conjunto es liderado actualmente por Navarrete y se compone de representantes de las diferentes líneas de la empresa como personas de comunicaciones, de talento legales, entre otros.

En reuniones que se realizan cada dos semanas, se parte con el tema de la operación de división de la EY en dos compañías para compartir la información. De tal modo que los socios participantes luego permeen a sus equipos y clientes las conclusiones y novedades en el trabajo diario con ellos.

Igualmente, ya empezaron las conversaciones 1 a 1 con cada socio, quienes deberán tomar importantes decisiones como en cuál de las dos empresas se quedarán y que esperan en términos de capital.

“Esto no se trata de dividir activos físicos que son más fácilmente divisibles, sino que hay que ir persona por persona con todas sus particulares sensibilidades y expectativas diferentes. Esto supone un diálogo individual con 100 colaboradores, 70 de los cuales votan por tener capital y otro grupo son los associated partners y directores”, explicó Navarrete.

“Ya tenemos los planes tentativos para cada uno bastante avanzados, pero como faltan un mínimo de 18 meses, uno tendrá que entender que muchas cosas pueden cambiar en el camino”, agregó.

Por otro lado, también se encuentran en proceso de modificar regulaciones internas como la norma de jubilación a los 60 años, que ahora se situará en 62 para evitar la pérdida de talento.

Los socios en realidad van a ser socios hasta los 62 años “y a partir de los 62 años tienen dos años más de gracia o de postergación, si es que hubiera acuerdo ambas partes”.

Visión sobre el proceso

Navarrete comenta que en general ve a nivel local aceptación y entusiasmo en torno a la idea de avanzar en la separación.

Este paso había que tomarlo de todas maneras, profundiza, porque es la manera de que la auditoría y consultoría puedan seguir creciendo, ya que hoy no pueden tener clientes en ambos servicios por conflictos de interés. Esto se agudiza porque al ser una empresa global, los clientes, por ejemplo, que sean auditados en Estados Unidos no pueden calificar en Chile para consultorías.

Así, agrega que es importante que la división se proyecta en base a la idea de que ambas compañías son “preferentemente” de auditoría y consultoría, pero suponen una serie de equipos de apoyo y desarrollo adicionales.

Navarrete explica que en el área de consultoría, además de poder acceder a los clientes de auditoría actualmente bloqueados, se podría abrir la puerta a nuevos negocios que, por lo delicado de la operación de auditoría es difícil hoy ofrecer, como por ejemplo, gestión de las tesorerías de las empresas.

“Estamos totalmente convencidos de la estrategia extraordinaria. Nosotros acá en Chile somos una empresa muy grande para el mercado chileno y crecer siempre tiene desafíos”, afirmó.

Los alcances internacionales de la
división y próximas oleadas a la vista

  • China e Israel han sido los primeros países en rechazar la medida de la sede central.
  • Se espera que el final de recorrido se concrete hacia 2025.

La división global de los negocios de consultoría y auditoría de EY ha registrado sus primeros pasos a medida que 13 mil socios de distintos países donde operan han iniciado las votaciones para aprobar o rechazar la propuesta.
Actualmente, la firma que integra las “Big Four” está activa en más de 150 países y espera que 70 de sus oficinas principales apoyen la medida.
Las votaciones iniciaron a fines de septiembre y según indicó la socia principal de EY Chile, Macarena Navarrete, estas podrían extenderse hasta el segundo semestre de 2024. A la fecha, los resultados han sido mixtos.
Las oficinas de China continental, Hong Kong, Macao, Taiwán y Mongolia fueron las primeras en rechazar oficialmente con el objetivo de seguir brindando “una mayor gama de servicios”. Esta es la sede más grande que no formará parte del plan de reestructuración.
Igualmente, los más de 90 socios de Israel acordaron que la medida no traería beneficios, por lo que les gustaría mantener el negocio original.
Frente a este panorama global, Navarrete mencionó que la postura de Israel era conocida desde el principio y que se explica principalmente por el modelo de negocio de la compañía.
“La empresa consultora va a tener operaciones funcionales en todos los países, pero no va a tener dependencias físicas, sino que cuando salgan algunos proyectos en ciertos países más pequeños van a viajar. Ese es el modelo de este tipo de empresas consultoras, entonces mucho país más pequeño no está entrando en la transacción”, explicó.
“China e Israel son los dos países que pudiendo haber ido y estar involucrados, no van. Pero hay una serie de países más pequeños que tampoco va”, agregó.

Próximos plazos
Una de los factores que ha marcado el proceso de división, han sido los aplazamientos de las fechas establecidas para votar. “Más que querer hacerlo rápido, lo queremos hacer bien. La fecha en que todo se cierre va a depender de que el mercado esté boyante, para que una transacción como la que nosotros estamos pensando tenga sentido”, dijo Navarrete.
“No estamos pensando en 2023 para la implementación del cambio, más bien estamos pensando como 2025. Estamos viendo en este momento que en marzo y abril del próximo año ya se van a tener votaciones”, agregó.
Al respecto, mencionó que el proceso consta de tres olas, que determina cuáles países irán primero y cuáles después. Según indicó, Chile estaría en el tercero.
Por otro lado, otra estrategia pendiente es la contratación de 220 mil personas hacia julio de este año, luego de haber incorporado 160 mil en el último año.
“Necesitamos crecer en ciertas áreas, como las de consultoría, porque el mercado está creciendo y si tú no lo haces, dejarías de existir como un jugador grande”, afirmó Navarrete. En el caso de Chile, el crecimiento sería de dos dígitos para sumarse a un equipo de 1.600.

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