Transcurrida la fase más compleja de la crisis global, por
primera vez desde 1993 este año se reduciría el nivel de endeudamiento de los
hogares chilenos, según proyecciones entregadas por Cristián García-Huidobro, secretario
general de la Cámara
de Comercio de Santiago (CCS).
De acuerdo a estimaciones de la entidad, los créditos de consumo cerrarán este 2009 con un descenso del orden de -4% real, marcando un pronunciado ajuste
respecto de la expansión de 24% real del trienio 2005-2007, e incluso del 12%
de 2008.
Los créditos hipotecarios, más lentos en los movimientos de sus stocks,
permanecerán con una variación marginal de apenas 1% ó 2% real, deteniendo por
completo su previo crecimiento de dos dígitos, señaló la entidad.
García-Huidobro, explicó que el balance financiero de las personas "ha
estado tensionado por las mayores aprehensiones respecto a la estabilidad de
las fuentes de ingresos más permanentes. El aumento del desempleo ha debilitado
la demanda por nuevos créditos, a lo cual se agrega que los estándares de
aprobación de los créditos se han vuelto más exigentes, por el mayor riesgo de
incumplimientos".
La deuda total entre créditos de consumo e hipotecarios, de origen bancario y
no bancario, totaliza a la fecha alrededor de US$ 58.000 millones, de la cual
un 56% es deuda hipotecaria (US$ 34.000 millones) y el 44% restante es de
consumo (US$ 24.000 millones).
En relación al ingreso disponible de los hogares, esta deuda presenta una leve
reducción, desde un 68% en 2008
a un 67% en 2009, lo que mitiga las presiones sobre el balance financiero de las familias.
En los últimos años esta relación había crecido aceleradamente, pasando de un 40% en 2003, hasta su peak de
68%, en el año 2008.
"El comportamiento de los hogares y de los emisores de crédito ha revelado una adecuada cautela que revela
madurez, lo cual a permitido tolerar niveles de riesgo relativamente altos, sin
amenazar la estabilidad del sistema", puntualizó el personero gremial.