La estabilidad observada en las primeras operaciones no duró
mucho. Es que el dólar experimentó un alza de proporciones similares a la registrada
en la jornada previa, confirmando las proyecciones de los operadores.
Así, al término de las operaciones la divisa estadounidense
se ubicó en puntas de $ 615,50 comprador y $ 616,00 vendedor, lo que representa
un incremento de $ 9,8 en relación al cierre de ayer y $ 10 respecto a la
apertura.
Ayer, el tipo de cambio subió $ 9,4, con lo que acumula un
alza de $ 19,2 en sólo dos jornadas.
Operadores consignados por la agencia Reuters consignaron
que se observó una alta demanda de dólares por parte de las Administradoras de
Fondos de Pensiones (AFP), lo que explicaría el fuerte aumento.
La cotización se dio en un contexto de relativa calma en los
mercados externos, que recuperaban posiciones tras las fuertes pérdidas de ayer.
Sin embargo, hace algunos minutos experimentaron un abrupto cambio de tendencia y volvían a las bajas en medio de las declaraciones de Ben Bernanke y a la espera del Secretario del Tesoro, Timothy Geithner.
En la sesión de hoy, la injerencia del cobre fue nula pese a
que el commodity, principal producto de exportación y de ingreso de divisas del
país, anotó un fuerte incremento de 4,50% hasta los US$ 1,57, el segundo nivel
más alto del año.