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Expertos: norma de gobiernos corporativos de la banca va más allá que la de la SVS

Esto obedecería a la responsabilidad inherente que tiene el negocio de esta industria.

Por: | Publicado: Lunes 18 de noviembre de 2013 a las 05:00 hrs.
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Por Kharla Caniupán



La semana pasada la Superintendencia de Bancos dictó la norma de gobiernos corporativos que, además incluir esta instancia como uno de los aspectos de la evaluación anual, busca sistematizar de mejor manera los elementos que se utilizan en esta instancia, dando mayores responsabilidades al Directorio.

Para Dieter Linneberg, Director Ejecutivo del Centro de Gobierno Corporativo de la Universidad de Chile, la nueva normativa “es un avance importante y considera los estándares internacionales pero es una regulación intrusiva en la labor de los directores de la banca”.

El académico destaca que “se trata de una norma más intrusiva, define lo que se entiende por gobierno corporativo, los roles del directorio, se mete en las actas, dice cómo debe actuar internamente un banco (cultura de rendición de cuentas, verificación periódica de cumplimiento de políticas), entre otras cosas”.

Luis Hernán Paúl, director del Centro de Gobierno Corporativo de la Universidad Católica -quien fuera director de Santander Chile Holdings y Banco Edwards- puntualiza que la normativa publicada por el fiscalizador es bastante “más aterrizada y práctica respecto de los verdaderos aspectos que son relevantes para los bancos”, que la primera alternativa que se evalúo a principios de 2011.

“Me parece positivo que exista una norma de gobiernos corporativos para los bancos, que no son un tipo de sociedad anónima común (…) Es positivo que se precisen buenas prácticas de gobiernos corporativos especiales para este tipo de instituciones. Es una aclaración que los directorios de los bancos son diferentes en algunos aspectos a los directorios de otros tipos de empresas. Las necesidades de control, gestión de riesgos, entrega de información, etc., son relevantes no sólo para sus accionistas, sino que también para los depositantes, clientes, contribuyentes, demás bancos e instituciones financieras, etc. En el fondo los bancos son importantes para el correcto funcionamiento de la economía”, indica Paúl.

Para Linneberg, esta normativa, a diferencia de la norma de auto evaluación de la SVS, directamente regula el actuar interno de los bancos, lo que resulta complejo dado que se trata de entidades de distintos tamaños y realidades.

El director y asesor de empresas indica que hoy “hay varios bancos que ya tienen normas propias similares en funcionamiento y que ellos mismos se han decidido autorregular (...) los diferentes bancos están en distintos niveles de avance, lo que a su vez depende de si tienen o no ADR, su tamaño, condición jurídica, si es que son un banco en sí mismo o son una sucursal de un banco extranjero, si es universal o más de nicho. En el mercado hay distintas realidades que hacen que sea importante mirar con cierta flexibilidad alguna de las indicaciones que contiene esta norma”.

Linneberg agrega que la norma “impone el establecimiento de planes de acción seguimiento y asignación de responsabilidades, prácticas que en la mayoría de los directorios se contemplan pero que ahora una norma administrativa impone como obligatorias y no como materias de consulta”.

En este punto, Paúl indica que “la normativa de la SVS establece buenas prácticas y les pide que definan si las cumplen o no. En este caso es distinto el enfoque. Es un traje a la medida de los bancos. Las normas son complementarias porque son para distintos tipos de instituciones”.

Directores y ejecutivos del sector consideran que la normativa va en línea con las necesidades de la industria. Explican que varias de las prácticas que incluye este cambio se venían realizando dentro del directorio.

Los comentarios a la norma durante el período en consulta
Entre los comentarios que recibió la SBIF durante el período en que la norma estuvo en consulta está el de Bernardo Fontaine Talavera, director de BICE, quien dijo que "el exceso de regulaciones tiende a diluir la responsabilidad en las acciones y paradojalmente, aumenta el riesgo, no lo disminuye".
El texto definitivo conservó puntos que abordó el BCI, respecto del rol del Presidente de la mesa de "velar por que exista suficiente y oportuno flujo e información a todos los miembros del directorio (...) el contenido completo y fidedigno de las deliberaciones y acuerdos del directorio".
El Banco Internacional abogó por la aplicación de manera diferenciada para no dificultar la competencia de bancos de menor tamaño o el ingreso de nuevos actores a la industria. Los bancos extranjeros con sucursales en el país abogaron por que el comité de auditoria tuviera a lo menos un "director que sea independiente de la administración o dirección del banco".

Imagen foto_00000003Luis Hernán Paúl, Imagen foto_00000004
director del Centro
de Gobierno Corporativo
de la Universidad
Católica.


Dieter Linneberg,
director ejecutivo del Centro de Gobierno Corporativo de la Universidad de Chile

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