Los cheques bancarios tienen los años
contados, al menos en el Reino Unido, donde se proyecta eliminarlos
progresivamente de aquí al año 2018.
Así lo ha anunciado el Payments Council (Consejo de Pagos)
británico, según el cual su eliminación ahorrará a la industria
bancaria el equivalente a US$ 960 millones al año.
Aunque todavía se extienden cheques a un ritmo diario de 3,8
millones, esa cifra es muy inferior a los 10,9 millones diarios
registrados en 1990.
Minoristas, cadenas de supermercados y muchas gasolineras han
dejado de aceptar cheques debido a que procesarlos es mucho más
costoso que las tarjetas de plástico, informa hoy el diario "The
Independent".
Todo el proceso de un pago con cheque tiene un costo aproximado
de una libra (US$ 1,63), más del doble de lo que cuesta cada uno
de los 15 millones de pagos efectuados diariamente con tarjeta de
débito en este país.
Actualmente, los cheques se utilizan en sólo un 3%
de las transacciones minoristas, pero procesarlos supone un costo
anual de US$ 2.240 millones.
La decisión se revisará en cualquier caso en el año 2016 antes de
que se convierta en definitiva.