Si bien los efectos inmediatos del Brexit sobre la economía de Europa, fueron menores a lo esperado, quedó al descubierto una situación adicional: la debilidad del sector financiero, lo que se ha convertido en el nuevo dolor de cabeza del viejo continente.
Tal es la gravedad del asunto, que en lo que va del año, los bancos europeos acumulan pérdidas por US$ 329 mil millones, lo que se traduce en una pérdida de capitalización bursátil del orden del 20,5%. De este monto, más de la mitad de la caída se produjo tras el Brexit, fecha desde la cual los bancos han perdido US$ 194 mil millones.
La situación italiana
Uno de los países que ha reflejado el mayor impacto en su sistema financiero es Italia, donde las entidades acumulan pérdidas en su valor en el mercado de US$ 59.727 millones, esto es 44,3% menos que a comienzos del año.
Y el banco que lidera la lista de las pérdidas más pronunciadas es nada menos que el más antiguo del mundo, el Monte Dei Paschi, que ya ha caído 76% en su valor en bolsa, lo que se traduce en que US$ 3.021 millones desaparecieron para sus accionistas. La principal razón de esta crisis se debe a que los bancos italianos poseen una cantidad considerable de morosos -cercana al 66%- lo que a su vez representa un 25% del PIB del país mediterráneo. Una posible salida al problema sería una inyección de capitales por parte del Banco Central Europeo; de hecho, hace días, la canciller alemana, Ángela Merkel, que en un principio se mostró reticente a los rescates financieros, se abrió a la posibilidad de otorgar concesiones al gobierno de Matteo Renzi, con la idea de no desencadenar una crisis mayor.
En cuanto al impacto que podría tener esto último en nuestro país, según Marcos Alccayhuamán, analista de Fynsa, sería bajo, porque no se prevé un contagio a nivel bancario. “Lo que si podría ocurrir es que se incube una mayor volatilidad que resulte en una mayor apreciación del dólar”, advierte.