Las perspectivas para el principal producto de exportación del país son positivas. La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) elevó su proyección para el precio del metal y lo situó en US$ 3,06 la libra en 2018.
La entidad corrigió su estimación anterior cuando calculó que el valor de la libra sería de US$ 2,95 para este año. En tanto, para 2019, fijó un precio promedio de US$ 3,11 la libra.
Cochilco también prevé que Chile producirá alrededor de 5,74 millones de toneladas del mineral en este período, lo que implica un alza de 4,9% frente a 2017.
En relación a esa misma variable, la entidad proyecta que el déficit alcanzará las 175 mil toneladas, a una tasa de interrupción de la producción de 5%, que sin embargo, podría aumentar de acuerdo a sus pronósticos.
Mercado optimista
Lo anterior viene a refrendar lo que una larga lista de entidades financieras han vaticinado para el commodity el resto del año.
Al respecto, Diario Financiero hizo una encuesta a varios operadores del mercado, donde la gran mayoría coincide en que el metal se mantendrá en valores cercanos al cierre de las últimas jornadas (en torno a US$ 3 la libra).
Valores Security, por ejemplo, señaló que en el caso del precio del cobre, estiman un promedio de US$ 2,95 y US$ 3 la libra para 2018 y 2019, respectivamente.
Cifra que coincide con lo estimado por BCI Estudios, que a su juicio se situaría alrededor de 3,20 US$/lb a lo largo de 2018.
En tanto, Joaquín Aguirre, gerente de estrategia de Tanner Investments, tomó sus resguardos al advertir que “los commodities asociados a la minería tienen poco potencial de alza dado que ya incorporan bastante el mejor desempeño global y de China y los nuevos usos que el cobre está retomando”.
A ello se agrega un factor adicional, comenta Maritza Araneda, socia líder global de cobre de KMPG: “Si las negociaciones colectivas resultan en huelgas que detengan la producción, esto significará una fuerte alza de precio. En este escenario, el precio podría superar US$ 3,40 la libra”.
¿La razón? Para algunos las materias primas se han beneficiado de un mayor nivel de actividad en el mundo, especialmente por parte de los países emergentes y Europa. Además, China ha dado bastantes sorpresas positivas durante el 2017 en la parte económica, destacan desde la gestora de inversiones Abaqus.
Mientras tanto Axel Christensen, director de estrategia de inversiones para América Latina e Iberia de BlackRock, agrega que “la recuperación del ciclo minero aún está a menos de mitad de camino comparado con los máximos alcanzados a comienzos del 2011”.
De hecho, Pan Pacific Copper, la fundición de cobre más grande de Japón, espera nada menos que un valor de US$ 3,30 la libra para 2018 y US$ 3,50 para 2019.
Sin embargo, no todos son tan positivos. Desde JP Morgan auguran un precio de US$ 5.700 la tonelada, es decir menos de US$ 2,60 la libra.
Cierre del metal
Ayer el cobre cerró en US$ 3,19 la libra en la Bolsa de Metales de Londres, lo que representa una leve alza de 0,34% respecto de la cotización anterior.
En 2017, el metal rojo anotó un alza acumulada de 30,09%, y el precio promedió los US$ 2,79, lo que se compara positivamente con los US$ 2,20 de 2016, según los registros de Cochilco. En tanto, en lo que va del año, el promedio de la libra es de US$ 3,22.
China y huelgas, los factores que marcarán el camino
Las dos variables que marcarán el devenir del metal rojo son la demanda China y las negociaciones colectivas que se produzcan en el país durante este año.
"El principal driver seguirá siendo la demanda de China, dado que el país asiático consume aproximadamente el 45% del cobre mundial", destaca Maritza Araneda, posición que también comparten en Valores Security.
"Otro driver importante serán las negociaciones colectivas, que se serán negociadas durante 2018 que podrían impactar seriamente niveles de producción. Más de 30 negociaciones se realizarán en este país el próximo año. Esto representa tres-cuartos de la producción del país y casi un-quinto de la producción mundial", agrega la experta de KMPG.
Asimismo, probables negociaciones en minas cupríferas en Perú, pondrían aún más en aprietos a la oferta mundial por el metal.
"El cambio en los motores de crecimiento de China está a su vez modificando la demanda por metales que se traduce en dos aspectos: una menor demanda de mineral de hierro (al reducirse la producción de acero), y luego, en una mayor demanda por cobre (ante el cambio del parque automotriz a vehículos eléctricos, de mayor uso de cobre refinado)", explica Axel Christensen.
No obstante, a juicio de los expertos si se asume que la demanda china continúe creciendo a las actuales tasas y la oferta se estreche, por lo mencionado anteriormente, el optimismo sobre el 2018 estará bien fundado.