Los países de América Latina han avanzado mucho en la última década en términos de reducir sus déficit fiscal, aumentar sus reservas externas, incrementar su ingresos per cápita y mantener altas tasas de crecimiento. Esto ha hecho que el continente pasara de tener dos países con clasificaciones de grado de inversión en 2003 (México y Chile) a siete una década más tarde. Así, a los ya citados se suman Brasil, México, Panamá, Uruguay y Colombia.
Sin embargo, aún quedan pendientes desafíos para las naciones latinoamericanas, como mejorar el clima de negocios, aumentar su competitividad y avanzar en la diversificación de su matriz exportadora, ante el inminente fin del super ciclo de los commodities.
Este es el diagnóstico del director del equipo de clasificaciones soberanas para América Latina de Fitch Ratings, Erich Arispe, quien expondrá mañana en el seminario “Retos para el Financiamiento y Riesgos en América Latina”, de la clasificadora de riesgo.
“Nuestra visión es que en el mejor de los casos, los precios de las materias primas se mantendrían en niveles similares a los actuales. No habría una repetición del alza que hemos visto entre 2003 y 2011”, advierte el ejecutivo.
En este sentido, apunta a la capacidad que han tenido los países de la región para realizar reformas en período de bonanza que redujeran sus déficit fiscales y les permitieran capear mejor el nuevo escenario.
“Sin embargo, quedan desafíos en avanzar en aspectos estructurales: cómo hacer que este crecimiento transcienda más allá del buen ciclo de las materias primas”, señala.
Dicho esto, Arispe destaca lo realizado por países como Chile, Perú, Colombia, México y Brasil, mientras que apunta a Venezuela y Argentina como los países que desaprovecharon el “viento a favor” para realizar reformar pro crecimiento y pro ahorro.
Justamente, señala el experto, los países que fallaron en realizar las reformas no sólo se verán golpeadas por el fin del ciclo de las materias primas, sino por el alza en el costo de financiamiento debido al retiro de los estímulos de parte de la Reserva Federal norteamericana (Fed), evento que se concretaría en diciembre.
Los desafíos de Chile
Para Arispe, la discusión política que se está llevando a cabo en Chile, con promesas de cambios tributarios, no es un tema para la clasificadora.
“Creemos que la elección no es un evento que tenga una influencia sobre la calidad crediticia, ya que hay un compromiso de los partidos políticos sobre la dirección económica, y hay una institucionalidad establecida bastante desarrollada”, señala.
Sin embargo, reitera los desafíos pendientes para el país, como lo son la dependencia del cobre, los altos costos energéticos y la brecha existente entre el ingreso per cápita del país y el mundo desarrollado.
