El Standard and Poor’s 500, el príncipal índice bursátil de EEUU, está en camino de recuperar este año todo el terreno que perdió tras la crisis financiera.
Esto gracias al impulso de una buena temporada de resultados corporativos, sumado a favorables fundamentos que apoyan el alza del indicador.
La brecha entre su valorización diaria y el máximo de todos los tiempos que registró antes de la crisis, en octubre de 2007, es ahora de sólo 5% (ver gráfico).
Otro indicador que se suma a los máximos es el promedio industrial Dow Jones, que reúne 30 valores de grandes empresas de EEUU. El Dow también se acerca a sus máximos anotados en la misma fecha que el S&P e incluso apenas le basta subir poco más de 3,60% para lograrlo.
Pese a que 72% de los resultados corporativos han superado las expectativas de los analistas, el ratio precio -utilidad en el S&P 500 se ubica actualmente en 14,7 veces, por debajo de su promedio de seis décadas de 24 veces.
Y según el sondeo realizado por Bloomberg entre más de 11.000 analistas, las ganancias de las compañías listadas en el índice van a superar este año US$ 1 billón (millón de millones), 31% más que cuando anotó su último peak.
El repunte en los balances es el mayor que se haya registrado desde la burbuja tecnológica en los ´90.
Lo positivo y lo negativo
Para el gestor de dinero de Legg Mason en EEUU, Wayne Lin, la base sobre la que se sostienen las ganancias corporativas este año es más sólida que la de 2007 (cuando había un crecimiento sostenido por los préstamos y el endeudamiento).
Según el gerente general de Sinópsis Bursátil, Álvaro Pereyra, el S&P 500 cerrará este año en 1.585 puntos, sobre su mejor nivel de todos los tiempos.
No obstante hay que tener cautela. El ejecutivo indicó que el rally experimentado por el indicador desde mediados de noviembre podría detenerse en febrero con la discusión del techo de la deuda. “El riesgo político va a seguir presente, obviamente ese es el gran dilema”, graficó. Ante esto Pereyra advierte una posible corrección del mercado a la baja de más o menos 8%.
Para Lin, lo importante es fijarse en la tasa de crecimiento de EEUU. Según el experto, la disminución del ritmo de crecimiento de la economía estadounidense y la deuda de gobierno, tanto en Europa como en EEUU, son el problema y cualquiera de las soluciones: elevar los impuestos o recortar los gastos, será negativa para el crecimiento de la mayor economía del mundo.