Hace poco más de una semana, otra icónica compañía chilena pidió su liquidación voluntaria. Se trata de Fernando Mayer, cuya historia se remonta al inmigrante alemán de homónimo nombre, llegado a Chile en 1939, quien abrió su primer taller de carpintería en la calle Lira, en la comuna de Santiago, a principios de los años ‘50.
Esta historia de inmigración y emprendimiento quedó retratada en un libro titulado La oficina en Chile: El propósito del mueble. 80 años de Fernando Mayer, impulsado por una de las nietas, Bárbara Mayer.
El documento presentado a la justicia el 25 de junio pasado con la solicitud de liquidación, detalla que con 85 años de trayectoria en el mercado chileno del mobiliario, la compañía fue durante décadas un referente nacional en la fabricación de muebles de oficina y la representación de marcas internacionales.
Sin embargo, ellos mismos describen que a comienzos del siglo XXI, el contexto competitivo del sector comenzó a transformarse radicalmente, pues la apertura comercial, el ingreso masivo de productos importados desde Asia -especialmente desde China- y el cierre progresivo de fábricas textiles, de calzado y muebles en Chile, marcaron el inicio de un nuevo ciclo económico.
“En ese entorno, muchas empresas tradicionales optaron por reconvertirse en importadoras, abandonando el modelo de manufactura local ante la imposibilidad de competir en costos. La empresa Fernando Mayer, fiel a su historia industrial y a su visión de calidad local, intentó mantener su operación manufacturera nacional, postergando decisiones clave de reconversión que otros actores abordaron con mayor rapidez. Lamentablemente, cuando se decidió iniciar un proceso de transformación, entre los años 2015 y 2018, el escenario ya había cambiado de forma irreversible”, dijeron en la acción judicial.
Y luego, tras el estallido y el covid, dicen que el sector del mueble quedó en una posición particularmente vulnerable.
“Hoy, con gran pesar, la empresa Fernando Mayer enfrenta un proceso de cierre que representa no sólo el fin de una etapa empresarial, sino también el reflejo de una transformación estructural en la industria del mueble en Chile. La historia de Fernando Mayer queda como testimonio de una empresa emblemática, que aportó valor, empleo y desarrollo por más de ocho décadas, y cuya experiencia deja importantes lecciones sobre la necesidad de anticiparse al cambio y adaptar los modelos de negocio a las nuevas realidades del mercado”, dijeron en el escrito legal.
Contactados los gestores de la petición de liquidación, no hubo respuesta a las consultas de DF MAS.