El próximo viernes 23 de octubre vence el plazo para que los candidatos a alcaldes y concejales se declaren independientes para poder competir sin el respaldo de un partido político. Salvado este trámite, las colectividades entrarán en tierra derecha con miras a enfrentar las elecciones municipales 2016, pues a partir de entonces deberán abocarse de lleno a la elaboración de sus plantillas y a sellar los acuerdos al interior de los pactos.
A esas alturas, en suma, los partidos tendrán un panorama claro para mover sus piezas municipales. Sabiendo que algunos de los suyos correrán por fuera se verían obligados a diseñar estrategias más radicales para no perder o recuperar, según sea el caso, comunas emblemáticas.
De hecho, para el secretario general del Partido Socialista, Pablo Velozo, "las negociaciones a nivel interno de los partidos y externo entre los pactos van a partir en serio desde el 23 de octubre", lo que también constituye un reconocimiento implícito de las negociaciones han estado paralizadas hasta conocer el elenco con el que contarán para enfrentar los comicios.
El integrante del equipo electoral de la Nueva Mayoría, Juan Andrés Lagos, adelanta que hay dos criterios para enfrentar los comicios municipales: primero, se buscará disputarle a la oposición el máximo de comunas y, en ese sentido, advirtió que "no le daremos tregua" al pacto Vamos Chile. Segundo, que los partidos que integran el pacto oficialista acordaron que no se infligirán una derrota entre ellos, llevando un candidato único a alcalde.
Mientras que a nivel de concejales la voluntad política es "fortalecer al pacto y al sector".
En la derecha, el principal objetivo es recuperar las comunas emblemáticas que perdieron en las municipales pasadas y, a partir de ahí, arrebatarle al oficialismo la mayor cantidad posible. Entre los dirigentes de Chile Vamos reina el optimismo, porque estiman que si la presidenta Michelle Bachelet ya puso al servicio de su segunda administración el capital político, la NM no tendrá a quién recurrir para mantener el buen resultado municipal de 2012. Mismo que un año después permitió a la coalición volver a La Moneda.
Y es justamente la oposición, en particular la UDI, la que ha tenido más problemas para lograr alinear dentro del partido a los alcaldes díscolos que temen que los efectos del caso Penta se puedan manifestar en sus candidaturas. Si bien un grupo de alcaldes anunciaron que dejarían las filas gremialistas, finalmente el nuevo pacto en conjunto logró desactivar la bomba, pero aún quedan -admiten en la UDI- un par de problemas. Como el hecho de que el ex alcalde de Providencia, Cristián Labbé, exige su derecho a tratar de recuperarla, de lo contrario lo intentaría por fuera. Quien haría lo propio sería el jefe comunal por La Florida, Rodolfo Carter.
En RN existe el temor de que tome un camino propio el competidor de Raúl Torrealba, Tomás Fuentes. Y en la DC se comenta que Christián Vittori, renunciaría al partido para tener un "salvavidas" en el caso de que el falangismo optara por no llevarlo en Maipú después de que se cerrara la opción de ir como independiente.