Por Cristián Torres Erpel
En las últimas semanas el escenario económico internacional se ha visto más convulsionado, dado que los datos hablan de un empeoramiento de las condiciones en Europa, tal como se previa hacia fines del año pasado. En ese marco, el director ejecutivo de JP Morgan Chase en Nueva York y experto en mercados emergentes con foco en Latinoamérica, Vladimir Werning, se refiere en extenso a las implicancias de la crisis europea y el efecto que podría tener en Latinoamérica y Chile.
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¿Cree que ya se observan señales de desaceleración de la actividad hacia el segundo trimestre en Chile?
- El sector privado en Chile ha demostrado una enorme capacidad para adaptarse a coyunturas cambiantes y la confianza empresarial se mantiene notablemente optimista. El desafío que presenta la economía internacional es que no sólo se transita un ciclo de debilidad coyuntural sino un proceso de ajuste estructural que puede gatillar contagios inesperados a la economía local. El sector público chilneo ha invertido mucho en desarrollar un marco macroeconómico de enorme flexibilidad y las autoridades van a contribuir a que la economía pueda mantenerse lo más cerca de su potencial posible.
- Respecto de la política monetaria, ¿el Banco Central deberá mantener la tasa de instancia monetaria en los niveles actuales?
- Creo que el Banco Central ha demostrado un criterio muy equilibrado en estos meses, manteniendo la tasa de interés estable. Las autoridades han reconocido que sobre la actividad e inflación pesan tanto riesgos externos a la baja como riesgos domésticos al alza. El reconocimiento de esta dicotomía le da credibilidad al discurso del Banco Central y permitirá maximizar el impacto de su manejo monetario al momento que una de estas dos fuerzas se superponga a la otra y defina más claramente la trayectoria de la economía.
- Dados los últimos datos de la economía chilena, ¿ve algún problema de liquidez? El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, habló de la posibilidad de un apretón de liquidez internacional…
- Hoy no hay ningún problema de liquidez. Pero el ministro está siendo realista sobre los riesgos futuros y eso tiene valor. Recordemos que en diciembre se produjo un impacto de este tipo en Chile que se manifestó en el desvío -temporal- entre la tasa interbancaria y la tasa de política monetaria. Ese tipo de problemas podría volver a repetirse si se vuelve a complicar la liquidez de los bancos europeos. Por suerte, las nuevas facilidades de liquidez que estableció el Banco Central de Europa deberían limitar esos problemas. Pero los bancos europeos deberán encarar ahora el tema de las necesidades de capitalización como lo hicieron -forzadamente- los bancos americanos en 2008-09. La liquidez bancaria es necesaria, pero
no suficiente para contener la crisis.
-¿Cuál es el diagnostico de la situación en Europa?
-Hoy en día existen tres problemas en la periferia: la corrida contra los depósitos bancarios que está siendo enfrentada adecuadamente por la liquidez que puede proveer el Banco Central a lo largo y ancho de la región. El segundo, la precariedad en el acceso a financiamiento que enfrentan los Estados en algunos países. Para eso existen programas individuales de ayuda financiera pero hay un replanteo de la velocidad adecuada de los ajustes que no ha sido zanjado. Por último, cuando persisten déficits de cuenta corriente en algunos países cercanos a 10 puntos del PIB se desnudan los problemas de ajuste del gasto privado y de competitividad. Frente a esto algunos países intentan responder con reformas laborales. Lamentablemente, las estrategias presentadas frente a los dos últimos problemas no han sido suficientes para mejorar expectativas.
- Tras los últimos datos de Europa, ¿la crisis seguirá profundizándose?
- Los riesgos se han intensificado y es de esperar que se sigan profundizando. La soberanía política dentro de la Unión Monetaria implica que sus líderes han optado por reaccionar frente a los desafíos en vez de anticiparse a ellos. Por ejemplo, hasta las elecciones en Grecia previstas para el 17 de junio se siguen demorando definiciones importantes sobre el futuro de la Eurozona. Mientras tanto, España prefiere eludir un programa de asistencia financiera en la medida que mantiene acceso al mercado aunque esto no sea óptimo. Y es así como la incertidumbre sobre el Euro está perjudicando las perspectivas de crecimiento de economías emergentes relevantes como China y Brasil.
- ¿Siguen las economías emergentes afirmando la economía internacional?
- Así venía sucediendo hasta el primer trimestre, particularmente liderado por el comportamiento económico de economías como las de Asia, excluyendo China, y México. El consenso de expectativas asumía la posibilidad de un rebote, pero ese escenario se ha puesto en duda por datos recientes y las proyecciones vienen siendo revisadas a la baja: en Brasil a 2,1% y en China a 7,7%
- ¿España está en situación crítica?
- Sí, España está en una situación crítica. Tiene un nivel de deuda pública que hoy es manejable, pero enfrenta perdidas contingentes en su sistema bancario que probablemente tendrán que sumarse a la deuda pública. Y esas pérdidas aún no han sido cuantificadas adecuadamente. Presenta un problema de ajuste privado de un déficit de cuenta corriente de 10%, desempleo alto y desafío de coordinación política con las regiones.
- ¿Cuál será la solución para que Europa salga de esta crisis?
- A la larga si se pretende preservar la unión monetaria, Europa requiere de una unión fiscal explícita que respalde un esquema de emisión de Eurobonos. Pero esta es una condición complicada en lo político ya que requiere la reforma de la constitución alemana. Además, en países con alto desempleo que presentan problemas de competitividad o déficits de cuenta corriente se debería considerar estrategias para salir del Euro y opciones para volver a entrar con una tasa de cambio más realista. No son decisiones fáciles ya que potencialmente involucra una re-denominación de la moneda en la que están escritos los contratos públicos y privados -algo que sucedió en Argentina en 2002 y en EEUU en los años 30-. Y por eso se postergan. Pero con la estrategia actual la estabilidad política en la periferia se está poniendo peligrosamente en juego. Y Alemania siempre justificó la unión monetaria como un proyecto político, por lo cual sería lógico que evaluar su contribución a la asistencia financiera para la periferia dándole mayor peso a ese factor.