El remezón en la economía desatada por el coronavirus provocó que la agencia de calificación crediticia Moody’s Investors Service cambiara la perspectiva del sistema bancario chileno a "negativa". La anterior perspectiva era estable, y se encontraba vigente desde agosto de 2018.
La clasificadora pronosticó un aumento en la morosidad en el sector derivado de los préstamos a personas y a Pymes, que en conjunto representan alrededor de un cuarto de los préstamos de la industria. "Estimamos que la exposición de los bancos a las industrias de alto riesgo de la pandemia en conjunto promediaba alrededor del 5% de los préstamos brutos a finales de 2019", dijo Moody's en su informe.
La firma estimó que el crecimiento de los préstamos de los bancos caerá en 2020 hasta en un crecimiento nominal de 4% de las colocaciones versus el 10% registrado en 2019. Hacia 2021, la expansión podría recuperarse y ubicarse en 6% a medida que se recupere el crecimiento del PIB.
En el informe, Moody's sostiene que la economía chilena también experimentará efectos directos relacionados con su exposición a China (que compra alrededor de un tercio de las exportaciones de Chile) y la fuerte caída de los precios del cobre, que podría debilitar otro 5% de los préstamos brutos.
Según la agencia, los bancos seguirán dependiendo del financiamiento del mercado para gestionar los desajustes en los vencimientos de los activos y pasivos. Así, la liquidez de las instituciones financieras se vería afectada en este contexto, alcanzando alrededor del 20% de los activos tangibles, sin embargo, es de mayor calidad que en otros sistemas bancarios de la región.