En un mercado financiero en el que abundan las declaraciones "medidas" para situaciones de tensión, la figura de José Antonio Guzmán, quien fuera presidente de AFP Habitat por ocho años, hasta comienzos de 2014, es fácilmente reconocible.
De estilo frontal, con una marcada preocupación por la ética de los empresarios y la forma en que llevan a cabo sus negocios, Guzmán se ha destacado como férreo defensor de los intereses de los minoritarios.Después de todo, no cualquiera le pide "un paso al costado", públicamente, al presidente de SQM, Julio Ponce Lerou, y al gerente general de las cascadas, Aldo Motta, tras conocerse las millonarias sanciones que aplicó la Superintendencia de Valores y Seguros a los implicados en el escándalo financiero.
Ahora, quien fuera elegido Mejor Empresario del año por los lectores de Diario Financiero, abordó la difícil relación entre empresarios y el gobierno de la presidenta de la República, Michelle Bachelet, en un contexto de discusión de profundas reformas legales.
-El gobierno habla de la necesidad de la colaboración público privada, pero tras el discurso de Hermann von Mühlenbrock en la cena de la Sofofa, y el apoyo de Bernardo Matte al día siguiente, ¿cree que se ha dado algún paso en concreto?
-Yo también he expresado una enorme preocupación por la orientación que están teniendo las reformas que está impulsando el actual gobierno, que en términos generales, tienden a fortalecer el rol del Estado y a debilitar, si es que no a atacar, el rol del sector privado. Últimamente he visto que "se han dado vuelta un poco la chaqueta", se han retractado. Pero creo que por el momento esta idea de una mayor colaboración público privada está sólo en las palabras y no en los hechos concretos.
-¿Qué se debe hacer para recobrar las confianzas?
-Para ello la autoridad tiene que dar pasos mucho más allá de los que está dando y me temo que no tienen una convicción política para hacerlo. Por eso la incertidumbre, el resquemor del sector privado, sigue plenamente vigente.
-¿Uno de esos pasos podría esperarse en el proyecto de reforma laboral?
-Por supuesto. Por lo que he conocido del primer borrador que está elaborando el Ministerio del Trabajo, se avanza en una dirección de fortalecer la sindicalización, de ponerle más restricciones a los empleadores en caso de huelga, pero no avanza en la dirección que es fundamental y la más importante de todas, que es la flexibilidad laboral. Darle opciones tanto a los empleadores como a los trabajadores de acordar sus condiciones de trabajo en forma mucho más flexible de lo que son hoy y no rigidizarlo.
Este tema de la titularidad sindical, por ejemplo, es una acción absolutamente forzada para obligar a las personas a incorporarse al sindicato en circunstancias que la gente no quiere pertenecer a ellos, hoy la sindicalización en Chile debe andar por el 12% a 15%, si es que... Entonces, obligar a esto por la vía de darle una vía exclusiva la sindicato para negociar, yo lo encuentro un grave error que le va a provocar un tremendo daño a los trabajadores.
-¿Hay un componente ideológico en las reformas?
-Sí, yo creo que es una actitud fundamentalmente ideológica, coincido absolutamente en que esa es la base misma de esta actitud. Y contra eso, la única forma de defenderse es exponiendo bien las ideas y convenciendo, lo que por lo demás queda comprobado con los resultados de crecimiento de Chile en los últimos 25 años, que este es el camino para superar el subdesarrollo.
-Pero el crecimiento que se daba antes se ve lejano.
-Se ve muy lejano. Es realmente penoso escuchar que las expectativas que señala la autoridad, la presidenta de la República, es de crecimientos de entorno al 2% a 2,5%, en circunstancias que Chile necesita crecer al 5% para arriba.
-En el gobierno señalan que se debe a la baja en los commodities...
-Eso no es efectivo, tiene alguna incidencia, pero el factor principal es la generación de desconfianza en los sector productivos porque no se sabe para dónde van las cosas. A la reforma tributaria, que ya le he destinado bastantes horas para ver cómo lo vamos a hacer, le sumamos que está por conocerse unas 200 circulares de impuestos internos. Yo creo que realmente el daño al sector productivo chileno puede ser muy grande.
A eso súmele que se habla de una reforma constitucional que quiere debilitar el derecho a propiedad, se habla de reforma previsional y suma y sigue. Entonces, ahí hay una inconsistencia entre los deseos de una colaboración público privada y las acciones que se están llevando a cabo.
-¿Cree que el problema es la cantidad?
-No, yo creo que es el contenido. Si la reforma educacional, por ejemplo, es un anhelo que los empresarios venimos expresando desde hace 20 años; cuando fui presidente de la CPC y representaba a los empresarios del momento, instábamos a hacer una reforma sustantiva, especialmente en la educación pública para mejorar la calidad.
Respecto de la idea de actuar sobre ese campo no hay ninguna duda, el problema es que se han embarcado en proyectos que no apuntan al corazón del problema, sino que justamente en la línea ideológica de sacar al sector privado de la educación.
"El programa (de gobierno) tenía letra chica"
A juicio de José Antonio Guzmán, nadie puede estar en contra de mejorar la calidad de la educación, y que eso se debe financiar de alguna manera. "Pero no de cualquier forma", señaló el ingeniero civil, quien agregó que "el programa de gobierno era un conjunto de generalidades en las cuales la mayoría estaba de acuerdo (...) pero esta reforma tributaria, esta reforma educacional, esta reforma laboral, no estaban especificadas en el programa. El programa como lo dije era un conjunto de generalidades que vendieron a la opinión pública, pero este programa tenía letra chica. Yo lo llamé una especie de fraude comunicacional".
Respecto al crecimiento económico, el empresario afirma que sus estimaciones apuntan a que la expansión potencial debiera situarse en torno al 4,5% "y se pueden hacer esfuerzos en materia de productividad, reformas para mejorar el crecimiento potencial y volver a subirlo a lo que teníamos hace 10 años atrás, que era el 5,5%. Si queremos salir del subdesarrollo tenemos que retornar a esos números, y por esa vía realmente darle muchas más oportunidades a la gente, a los jóvenes y de esa manera reducir la desigualdad, que es un loable objetivo, pero que, por la línea que van, no lo van a lograr".
Los cuestionamientos
En relación a los últimos escándalos financieros -La Polar, Caso Cascadas, colusión de farmacias, entre otros-, Guzmán afirma que siempre ha habido personas "con mal comportamiento; la novedad está en que, primero que todo, hay una mayor transparencia, mayor conocimiento y mayor preocupación del mercado por la transparencia, lo cual es muy positivo y va acorde con los tiempos. Los inversionistas quieren saber más donde invierten la plata y cómo le manejan su dinero".
Así, el ex presidente de la CPC señaló que es necesario avanzar hacia una mayor transparencia del mercado, para así generar confianza en la gente que está detrás de las inversiones.
Respecto a la sospecha de uso de información privilegiada en las últimas grandes operaciones del mercado, José Antonio Guzmán comentó que "la autoridad tiene las herramientas necesarias para investigar el tema y ver si, efectivamente, hay un mal uso de la información y sancionar en el caso de que así haya sido". ¿Sobre las penas? "Me parece que las sanciones que han determinado las autoridades, especialmente la Superintendencia de Valores frente a los últimos casos son ejemplificadoras".