“Qué bueno que estamos acá trabajando”, fueron las primeras palabras del presidente argentino, Mauricio Macri, al iniciar ayer en Buenos Aires un encuentro del World Economic Forum.
Con ellas, se refería tangencialmente al primer paro general de su administración, en el que miles de personas exigieron un cambio en el rumbo de la economía del país, que el año pasado llegó a ver más de 47% de inflación y no ha logrado retomar el crecimiento.
Macri, sin embargo, defendió su gestión, destacando en su discurso la apertura comercial y el retorno del país al mercado de la deuda soberana. “Argentina viene de años de aislamiento y lo único que hizo fue acrecentar la pobreza”, señaló el mandatario. “Ya cambió la tendencia. Tenemos que mantener la convicción de lo que hemos hecho y ratificar el rumbo económico”, sentenció.
El jefe de Estado se comprometió a alcanzar una inflación de un dígito durante su gobierno y sostuvo que “Argentina va a ser el país que más va a crecer en los próximos 20 años”.
En tanto, la Confederación General del Trabajo (CGT), una de las principales multigremiales, reportó alta participación en la huelga. “Ha sido una medida contundente en todo el país”, señaló el vocero de la institución, Jorge Sola, quien dijo que la manifestación exige que la Casa Rosada “cambie la política económica”.
Las movilizaciones dejaron seis detenidos en Buenos Aires y al menos cuatro heridos.
El dilema de la economía
El paro fue convocado tras la ruptura de una mesa de diálogo que incluía a representantes del gobierno, empresarios y trabajadores. Para retomarla, los gremios exigen que la Casa Rosada se abra a negociar el rumbo de su política económica, a lo cual se niega el Ejecutivo.
“Nadie es dueño de la verdad; (...) Lo que hay que buscar mañana es de qué forma solucionamos los problemas que hay”, sostuvo el miembro de la CGT Carlos Acuña en una entrevista radial.
Por su parte, el ministro del Trabajo, Jorge Triaca, calificó la huelga como “innecesaria” y lamentó que ayer “no pudimos seguir trabajando como trabajamos durante el año pasado y esta semana” con los sectores sindicales. Señaló que el gobierno negociará “sector por sector”.
En una señal de que no planea ceder, el Ejecutivo endureció el control sobre los gremios, publicando una resolución que prohíbe a personas con causas penales o civiles abiertas postularse a tareas de dirigencia y endurece el control de reformas, estatutos y cuentas.
Un año de elecciones
El conflicto con los sindicatos podría aumentar la presión sobre el gobierno de Cambiemos, de cara a las elecciones legislativas del 22 de octubre cuando buscará aumentar su poder en el parlamento, donde tiene minoría.
Ayer, la CGT acusó que los disturbios fueron ocasionados por militantes de la oposición. Sola sostuvo que “los piquetes pertenecen más a partidos políticos que a compañeros que protestan”.
En respuesta, el jefe del gabinete de Macri, Marcos Peña, dijo a Clarín que “la izquierda otra vez le copó una acción a la CGT”.
CLAVES DEL CONFLICTO
Inflación
El Índice de Precios al Consumidor de Buenos Aires alcanzó un máximo de 47,2% en julio. El gobierno pretende bajarla a un dígito, pero este año podría cerrar aún por sobre 25%.
Desempleo
La desocupación nacional cerró 2016 en 7,6%, pero llegó a estar por sobre 9% en el año. En la Casa Rosada aseguran que la tendencia decreciente se mantendrá, pero los gremios acusan que siguen los despidos.
Elecciones
Ad portas de los comicios legislativos de octubre, el gobierno asegura que el paro está dirigido por la oposición para mantener su mayoría parlamentaria.