El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, calificó ayer como una “miserable provocación” de Estados Unidos su inclusión en la lista negra por narcotráfico y lavado de dinero que elabora el Departamento del Tesoro.
El lunes, la institución incluyó al funcionario y a uno de sus colaboradores en la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, convirtiéndolo en el funcionario venezolano de más alto rango sindicado en la lista.
“Que no nos distraigan estas miserables provocaciones.
Nuestra principal tarea es acompañar a Nicolás Maduro en la recuperación económica”, escribió El Aissami en su cuenta de Twitter.
“Recibo esta miserable e infame agresión como un reconocimiento a mi condición de revolucionario antiimperialista”, agregó. “La verdad es invencible y veremos cómo se desvanecerá esta infame agresión”, apuntó.
En el mismo tono se pronunció el presidente, Nicolás Maduro, quien prometió brindar todo su apoyo político y jurídico a su segundo al mando, y calificó la como una “infamia”, dirigida a atacar su “revolución socialista”.
La Cancillería, en tanto, anunció que enviará una nota de protesta al gobierno de Donald Trump, lo que se podría convertir en el primer impasse de Caracas con la nueva administración.
En una investigación de Reuters de 2014, analistas, ex funcionarios y diplomáticos aseguraron que el país caribeño se había convertido en una ruta importante para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa, el cual había permeado las Fuerzas Armadas de la nación.