A un día de que la colectividad más importante de Brasil, el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), anunciara su decisión de salir de la coalición de gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, se comienzan a articular las primeras estrategias para aprobar la impugnación de la mandataria en el Congreso y consolidar la asunción del vicepresidente de la República y presidente del partido, Michel Temer. De hecho, ya se barajan tres nombres como ministro de Hacienda en un eventual gobierno de Temer.
El objetivo del PMDB es consolidar la mayoría que obtuvo en el directorio nacional al momento de votar la continuidad en el gobierno para aprobar la impugnación de Rousseff. La unidad demostrada en la reunión del martes ayuda a la composición interna y fortalece la autoridad de Temer para negociar con los demás partidos la formación de una futura administración.
Según observadores, el hecho de que la decisión de salir del gobierno se haya tomado "por aclamación" será decisivo en las negociaciones con eventuales disidentes, como el presidente del Senado, Renan Calheiros, quien tiene dudas sobre los motivos del impeachment (los trucos contables usados para cuadrar el presupuesto, lo que se conoce como "pedaleos").
Temer, quien sucedería a Rousseff si se aprueba el impeachment, faltó a la reunión de su partido, para no ser acusado de falta de lealtad o de traición al gobierno.
Pero él ya ha dialogado sobre la eventual formación de un nuevo gobierno con economistas y partidos de la oposición.
Según publicó Valor, ya existe un grupo en pleno funcionamiento, encargado de elaborar las directrices de un futuro gobierno de Temer. Para la cartera de Hacienda se citan tres nombres: Arminio Fraga (ex presidente del banco central en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso), Henrique Meirelles (que ejerció la misma función en los gobiernos de Lula) y el senador José Serra (PSDB), quien desde un principio ha apoyado la impugnación.
Estrategia de Planalto
La meta de unidad dentro del PMDB de cara a la impugnación no será fácil, ya que los parlamentarios se enfrentarán a la resistencia del gobierno y del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff. La actuación más temida es la del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuya prioridad es convencer a los diputados del norte y del noreste, donde tiene una base electoral sólida, de que no apoyen la impugnación.
Lula, que desde la semana pasada actúa oficialmente como el articulador político del gobierno, ya está en acción, aunque los rumores en los pasillos del Congreso apuntan a que no parece muy empeñado en defender a Rousseff. El rumor ganó fuerza luego de que en la conversación que sostuvo con Temer el lunes por la noche para intentar evitar la salida del PMDB, el ex mandatario no reaccionó a una crítica que le hizo Temer a Rousseff.
Pero fuentes consultadas por Valor aseguran que Lula sí va a luchar por que se mantenga el mandato de Rousseff por al menos tres motivos: se siente responsable por haberla nominado como su sucesora, es la primera mujer en presidir el país y no sería una buena señal que abandonara el Palacio de Planalto antes de tiempo y porque él de verdad quería que ella tuviera una gestión exitosa.
El Palacio de Planalto, por su parte, está negociando con los partidos de la coalición un nuevo bloque de apoyo en el Congreso en respuesta a la salida del PMDB. Para eso pretende usar los cargos que están hoy ocupados por los miembros del partido para ampliar el espacio de aliados como el PSD, el PP y el PR, a quienes ofrecerá puestos en el gabinete a cambio de votos en contra de la impugnación en la Cámara de Diputados.
Ayer, el gobierno anunció la salida de George Hilton del Ministerio de Deporte. Hilton pertenecía al PRB, pero renunció al partido este mes cuando la colectividad se salió del gobierno. Su estrategia le jugó en contra, porque ahora el gobierno necesita el cargo para su plan de "nueva repactación" de la base aliada.
PP indeciso
Otro de los aliados del gobierno, el PP, comunicó ayer que decidió escuchar las propuestas del Palacio de Planalto y del PMDB antes de tomar una decisión unánime, o al menos mayoritaria, sobre la posición del partido en relación al gobierno y al pedido de impeachment.
Se espera que la directiva del partido se reúna en dos semanas para tomar una definición, lo que coincide con el plazo que tiene la comisión especial de impugnación para decidir si el proceso procede o no.
El PSB, en tanto, está prácticamente alineado a favor del impeachment, y ya inició las negociaciones con Temer para vislumbrar escenarios después de una posible destitución. El presidente nacional del partido, Carlos Siqueira, se juntó el martes por la noche con Temer para iniciar el acercamiento.
Temer también contaría con el apoyo del PSDB, como lo manifestó uno de los referentes del partido y ex candidato presidencial, Aécio Neves, el martes.
Aumenta desconfianza en mandataria
La aprobación de la presidenta Dilma Rousseff y de su gobierno se mantiene en niveles mínimos, mostró una encuesta de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) e Ibope divulgada ayer. La desaprobación personal de la mandataria se mantuvo en 82% este mes, al igual que el sondeo anterior, en diciembre de 2015. También se mantuvo el porcentaje de personas que aprueba a Rousseff, en 14%.
Según la encuesta, un 10% de los entrevistados califica al gobierno como óptimo o bueno, un alza respecto del 9% de diciembre. Mientras que un 69% considera que la gestión es mala o pésima, ante un 70% del sondeo anterior. Un 80% de los entrevistados dijo que no confía en la presidenta, ante un 78% en diciembre, mientras que un 18% confía en la jefa de Estado, la misma cifra del último mes del año pasado.
Ocho de cada diez brasileños asegura que el segundo gobierno de Rousseff está siendo peor que el primero
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La encuesta se realizó entre el 17 y 20 de marzo a 2002 entrevistados. El margen de error es de 2 puntos porcentuales.
Quién es Michel Temer, el probable próximo presidente de Brasil
"El libanés más poderoso con vida". Así definía en julio de 2014 al vicepresidente brasileño, Michel Temer, la revista de negocios libanesa Executive Magazine. El artículo lo perfilaba como el político más influyente de ese origen en el mundo. Más de un año después, el líder del Partido Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), hoy de 75 años, se alza como probable próximo presidente del país más poblado de Latinoamérica, ante la eventual impugnación de Dilma Rousseff.
Abogado de profesión, Temer es reconocido como pragmático y amigable con el mundo de los negocios. A mediados del año pasado, Bloomberg lo destacaba como "el hombre indispensable del gobierno de Brasil", en base a sus negociaciones para la aprobación del programa de austeridad impulsado por Rousseff ese mismo año.
"Es un constructor de consensos", dijo el economista John Welch, del Banco Imperial Canadiense de Comercio, a Bloomberg. "Quizá no del nivel que el mercado quiere, pero mucho mejor que lo que tenemos ahora".
Por su parte, el director en Latinoamérica de la consultora Eurasia Group, Joao Augusto de Castro Neves, manifestó que, de concretarse el ascenso del hoy vicepresidente, "habrá un golpe de credibilidad. Tendrá suficiente capital político para construir su gobierno, forjar una coalición en el Congreso y aprobar leyes".
El principal activo de Temer es su nombre, que podría aumentar la confianza de inversionistas, debilitada tras trece años de fortaleza estatal en manos de los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT). El PMDB ha abogado por más competitividad a través de inversión privada y el propio Temer ha hablado de la necesidad de revitalizar la relación económica con Estados Unidos.
Sin embargo, su credibilidad está a merced de la contingencia: el mismo caso de corrupción que sacude al gobierno de Rousseff afecta a miembros de su partido, entre ellos a los jefes de ambas cámaras. El riesgo de que Temer pase a ser cuestionado es real y tensiona al mercado, como también lo hace su capacidad de aprobar proyectos de ley en el Congreso. Desde el PT lo han tildado de "golpista", pero el socialismo está abierto a respaldarlo. El camino, que ahora parece abierto, no será fácil.
