El primer ministro británico, Gordon
Brown, renunciará como líder del Partido Laborista para facilitar un
eventual acuerdo con el Partido Liberal Demócrata, en el intento de
formar un Gobierno "progresista" tras las elecciones del pasado 6 de
mayo.
Brown hizo este anuncio en una declaración ante el 10 de
Downing
Street, en la que explicó que seguirá provisionalmente al frente del
Gobierno, a la espera de que se resuelvan los contactos entre los
distintos partidos políticos para lograr una mayoría parlamentaria
que garantice un Ejecutivo estable a largo plazo en el Reino Unido.
"La
razón por la que tenemos un 'Parlamento colgado' (sin mayoría
absoluta) es que ningún partido ni ningún líder fue capaz de lograr
un apoyo pleno del país", dijo el primer ministro.
"Como líder de
mi partido, debo aceptar esto como un juicio sobre
mi. Por lo tanto, tengo la intención de pedir al Partido Laborista
que ponga en marcha el proceso necesario para la elección de su
propio liderazgo", manifestó Brown.
El primer ministro expresó su
confianza en que este proceso "se
haya completado a tiempo para que el nuevo líder esté en el cargo
para cuando llegue el Congreso del Partido Laborista (a finales del
próximo mes de septiembre)" y añadió: "no participaré en esa
elección y no apoyaré a ningún candidato en particular".
En un
inesperado giro al proceso de negociación que estaban
siguiendo el Partido Conservador de David Cameron, ganador sin
mayoría de los comicios, y el Partido Liberal Demócrata de Nick
Clegg, Brown informó también de que éste último le expresó su
intención de entablar "negociaciones formales" con el laborismo.
"El
señor Clegg me acaba de informar de que, aunque tiene la
intención de mantener el diálogo iniciado con los conservadores,
ahora desea mantener negociaciones formales con el Partido
Laborista", explicó el primer ministro.
Brown consideró que "el
interés de la nación" justifica que haya
aceptado esa propuesta de Clegg para mantener contactos y anunció
que "el Gobierno se reunirá pronto" para analizar la situación.
"Se
va a establecer un proceso formal de negociación política a
partir de similares disposiciones a las establecidas por el
secretario del gabinete para las negociaciones entre otros
partidos", indicó el líder laborista, que subrayó que el primer
asunto sobre la mesa en esos contactos será la crisis económica.
"La
primera prioridad debería ser acordar un plan de reducción
del déficit para respaldar el crecimiento económico y volver a una
situación de pleno empleo", concluyó Brown, quien hizo la lectura de
que las urnas respaldaron el 6 de mayo un "Gobierno progresista".