La Comisión Europea (CE) admitió hoy que la crisis está
golpeando fuerte a la economía europea, que este año registrará una fuerte
contracción (del 1,9% en la zona del euro y del 1,8% en el conjunto de la UE) y no retomará el
crecimiento hasta 2010.
Según las
nuevas previsiones económicas que hoy difundió el Ejecutivo comunitario el
deterioro de la actividad irá acompañado de un importante aumento del déficit
público (hasta el 4% en la eurozona y el 4,4% en los Veintisiete en 2009), lo
que acarreará, previsiblemente, procedimientos sancionadores a varios Estados
miembros.
Además,
dejará de crearse empleo y la desocupación volverá a subir, al 9,3% en los países de la
moneda única (10,2% en 2010) y al 8,7% en toda la Unión (9,5% en 2010).
Todas las
grandes economías europeas registrarán caídas de la actividad este año, del
2,8% en Reino Unido, el 2,3% en Alemania, el 2% en España e Italia y el 1,8% en
Francia.
En 2010,
todas ellas, excepto España (donde el PIB caerá el 0,2%) volverán a tener tasas
de crecimiento positivas.
Bruselas
atribuye el profundo deterioro de la economía al agravamiento de las
turbulencias financieras, a la desaceleración global y a la fuerte corrección
de la construcción en algunos Estados miembros.
Confía, no
obstante, en que el PIB volverá a tasas positivas en 2010, con avances del 0,4%
en los socios del euro y del 0,5% en toda la Unión.
En cuanto a
la respuesta de los Gobiernos a la crisis, Bruselas cree que sin las medidas
coyunturales adoptadas desde el pasado agosto la contracción del PIB este año
hubiera sido de 0,75 puntos más.
Pese a que
la desaceleración es mayor de lo previsto, el comisario europeo de Asuntos
Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, quiso lanzar un mensaje de optimismo
y opinó que los planes de reactivación, sumados a las medidas para estabilizar
los mercados financieros y al recorte de los tipos de interés ayudarán a que la
desaceleración toque fondo este año.
Almunia
consideró que las iniciativas coyunturales adoptadas por los gobiernos (con un
coste total estimado entre 2009 y 2010 cercano a 4 puntos del PIB comunitario)
son adecuadas y se mostró convencido de que tendrán un efecto beneficioso.
Almunia
confió en que la recuperación comenzará ya en la segunda mitad de este
ejercicio, pero dejó claro que todo depende de la normalización del mercado de
crédito.
"Si el
crédito fluye hacia las empresas y familias en condiciones mejores de las que
hemos considerado, la recuperación será más rápida e intensa", indicó.
Pero
"si por diferentes razones el crédito no se normaliza a pesar de las
medidas adoptadas, los enormes recursos habilitados en forma de
recapitalizaciones y avales bancarios y las decisiones de política monetaria,
los resultados podrían ser peores", advirtió.
El impacto
de la crisis será especialmente acusado en las finanzas públicas, por la caída
de la actividad y también por las importantes medidas contra la crisis
adoptadas o anunciadas por los Estados miembros.
El
comisario reiteró que la
Comisión no va a modificar las normas de aplicación del Pacto
de Estabilidad y Crecimiento (que obliga a los países a avanzar hacia la
estabilidad presupuestaria y fija un límite de déficit público del 3% del PIB)
y adelantó que comenzará a examinar la situación país por país el próximo 18 de
febrero.
Debido
sobre todo al abaratamiento de la energía y otras materias primas, la Comisión también ha
revisado a la baja sus previsiones de inflación.
En 2009,
Bruselas cree que el IPC se situará en el 1% en la zona del euro y en el 1,2%
en la UE (desde el
3,3% y 3,7%, respectivamente en 2008) y en 2010 subirá sólo hasta el entorno
del 2% en las dos áreas.
Almunia
apuntó que algunos países podrán registrar este año inflación negativa, pero
descartó totalmente la posibilidad de deflación.