Aunque Irlanda se resiste a pedir la activación de la ayuda
financiera, los responsables europeos ven prácticamente inevitable el rescate
de ese país -y también el de Portugal, que podría realizarse al mismo tiempo- y
creen que España debe adoptar nuevas medidas de ajuste si quiere "alejarse
del ojo huracán", según afirma un alto funcionario europeo citado por
Europa Press.
Según informa el diario español Expansión, responsables de
la Comisión Europea y de los Estados miembros han mantenido contactos con las
autoridades irlandesas a lo largo del fin de semana sobre el fondo de rescate y
esta tarde se abordará la cuestión en la reunión del Ecofin.
El gobierno de Dublín rechaza solicitar asistencia alegando
que dispone de financiamiento hasta mediados de 2011.
Hoy mismo el ministro irlandés de Asuntos Europeos, Dick
Roche, pidió a sus socios en la UE que no se dejen llevar por el
"pánico" e insistió en que su país no necesita ayuda económica de
Bruselas o del FMI.
"Hay quienes creen que en esta situación es mejor
utilizar el mecanismo que no utilizarlo. Sobre todo por la situación del
sistema financiero" irlandés, que ha disparado el déficit público de este
año hasta el 32%, ha explicado el alto responsable. Dublín ha iniciado la
liquidación ordenada del Anglo Irish Bank y los otros dos grandes bancos del
país -Bank of Ireland y Allied Irish- también atraviesan graves problemas
"que desbordan la capacidad del sector público".
"Irlanda necesita encontrar una salida por el sistema
financiero. Eso está ahí y no va a desaparecer", destacan las fuentes
consultadas. Además, el Gobierno irlandés sólo podrá resolver por sí mismo la
financiación del sector público si encuentra crecimiento, pero con los planes
de ajuste es poco realista que la economía avance en los próximos dos o tres
años.
Los problemas irlandeses han contagiado a Portugal hasta el
punto de que los mercados "perciben" que las dos economías tienen los
mismos problemas pese a las diferencias. Ello "complica" aún más la
situación porque "de haber programa (de rescate), serían dos países".
Un rescate conjunto que costaría 117.000 millones (US$ 159.075 millones) al
fondo de estabilidad de la UE, según HSBC.