Por J. P. Rathbone y J. Leahy
Sao Paulo
La creciente prosperidad de Brasil lo ha llevado a considerar buscar su propio acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, después de años de intentar conseguir uno junto con sus vecinos.
La mayor economía de Latinoamérica ha estado tratando de forjar un acuerdo con la UE desde 1999, en conjunto con los otros cuatro miembros de Mercosur, el cuarto bloque comercial más grande del mundo. Los otros miembros son Argentina, Venezuela, Paraguay y Uruguay.
La movida se ha vuelto urgente para Brasil porque ha sido reclasificado como país de ingresos medios altos, lo que quiere decir que perderá sus preferencias comerciales con la UE el próximo año. La única forma de recuperarlas es con un acuerdo comercial.
Brasil planea presentar una propuesta este mes para un acuerdo Mercosur-UE que le permitiría seguir adelante con su propio acuerdo, dijo Antonio Patriota, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, a Financial Times.
“Existen condiciones objetivas que crean fuertes incentivos para un avance en el frente UE-Mercosur”, aseguró en una entrevista. Pero también existe “la anticipación que cada país [de Mercosur] podría ser capaz de negociar a velocidades separadas”.
El acuerdo cubriría
US$ 80 mil millones de comercio bilateral entre la UE y Brasil, cuyo comercio con la UE representó 37% de todo el comercio latinoamericano con el bloque europeo en 2011, según la Comisión Europea.
Funcionarios brasileños subrayan que se mantienen firmemente comprometidos con Mercosur, y que seguir agendas comerciales por separado solamente tomará lugar dentro del grupo. Una movida por parte de Brasil para negociar aparte de Mercosur -que tiene un Producto Interno Bruto combinado de más de US$ 3 billones (millones de millones)-, refleja los esfuerzos de Brasil por impulsar su economía después de crecer sólo 0,9% el año pasado.
“Es bueno llevarse bien con los vecinos, pero el resto del mundo está haciendo acuerdos comerciales y Brasil arriesga quedarse fuera”, afirmó Arminio Fraga de Gavea Investments y ex jefe del banco central de Brasil.
El estancamiento de la ronda de Doha de negociaciones comerciales multilaterales, que el nuevo jefe de la OMC, Roberto Azevêdo de Brasil, intentará reanudar después de que asuma su cargo en septiembre, ha llevado a un énfasis de los acuerdos bilaterales y regionales. Esto incluye un posible pacto comercial entra la Unión Europea-Estados Unidos y la Alianza Transpacífica de once países liderada por EEUU.
Los pares de Brasil en el Pacífico –Chile, Perú, Colombia y México– formaron la “Alianza del Pacífico”, para buscar fuentes de crecimiento a medida que decae el auge de los commodities en la región, que había sido impulsada por China.