El Gobierno español presentó hoy un plan de reforma laboral para
sacar al país de la grave crisis económica en la que se encuentra, con más de
cuatro millones de desempleados, y que recibió una valoración inicial positiva
de empresarios y sindicatos.
Esa crisis se vio acentuada esta semana con el desplome de la Bolsa de Madrid y ciertas
dudas manifestadas en círculos económicos internacionales sobre la solvencia de
la economía española.
La propuesta, que debe ser negociada por el Gobierno con los empresarios y los
sindicatos, se dio a conocer poco después de que el Banco de España confirmara
que el país sigue en recesión, con una caída del PIB de un 0,1% en el último
trimestre de 2009.
Contabilizando este periodo, la economía española acumula siete trimestres de
caídas y cinco de retrocesos interanuales, mientras que el deterioro del
conjunto de 2009 es el mayor de las últimas décadas según el Banco de España.
"Hemos perdido mucho empleo" y "necesitamos cuanto antes
invertir esta tendencia", afirmó Zapatero.
Explicó que la propuesta apuesta por cambios para crear un empleo "más
estable", en "un marco de relaciones laborales más flexibles"
que favorezcan "la confianza en nuestro sistema productivo".