Japón registró en julio un déficit comercial mayor a lo esperado, en medio de la crisis europea, la desaceleración china y mayores importaciones energéticas por el cierre de plantas nucleares.
El déficit alcanzó 517.400 millones de yenes (US$ 6.500 millones), tras un superávit revisado de 60.300 millones de yenes en junio, informó ayer el Ministerio de Finanzas en Tokio.
Un sondeo de Bloomberg entre 28 analistas estimaba un déficit de 270.000 millones de yenes.
Las exportaciones cayeron 8,1% frente al año previo, mientras las importaciones sumaron 2,1%.
La fortaleza del yen y la desaceleración global amenazan con limitar las exportaciones en los próximos meses, lo que obstaculiza la recuperación nipona tras el terremoto, tsunami y contracción económica en 2011. La apreciación de la moneda tampoco ayuda. Mientras que en abril de 2010 el dólar se cotizaba en casi 95 yenes, ayer cerró en 79,50, lo que afecta las ventas y ganancias de las exportaciones.
¿Más estímulo?
El reporte de ayer suma presión para un mayor gasto gubernamental o un alivio monetario para estimular el consumo en la tercera economía mundial.
“Japón necesita más estímulo monetario para sostener la recuperación”, señaló Hiroaki Muto, economista de Sumitomo Mitsui, en Tokio, a Bloomberg. “La confianza entre los manufactureros se está deteriorando a nivel global, desatada por los problemas fiscales de Europa, y eso afecta adversamente a las economías asiáticas”.
La semana pasada, Hiroshi Watanabe, economista de SMBC Nikko en Tokio, afirmó que el presupuesto adicional para impulsar el gasto “ya está zanjado”. El banco central nipón tiene su próxima reunión el 19 de septiembre.
Caída de embarques
Los embarques a la Unión Europea cayeron un 25% en julio frente al año anterior, el mayor descenso desde octubre de 2009, mientras los envíos a China disminuyeron un 12%, informó el ministerio. El déficit comercial fue el peor para el mes de julio de 1979, añadió.
“El informe (...) indica que los riesgos a la baja para las exportaciones han crecido”, señaló Mitsumaru Kumagai, economista jefe del Daiwa Institute of Research in Tokyo.
En el último sondeo de Reuters, los analistas estimaron que Japón superará a la mayoría de los países del G7 con una expansión anual de 2,2%, aunque elevaron las probabilidades de una recesión de 25% a 30%. El PIB nipón sumó un 1,4% anualizado en el mismo lapso, tras un 5,5% en los primeros tres meses de 2012.
El informe de ayer se suma a señales de debilidad en Asia, luego que los embarques de ultramar de China cayeran en julio y su economía creciera al menor ritmo desde 2009 en el segundo trimestre. De visita en Beijing, el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, afirmó que el debilitamiento del comercio global es “terrible”. Añadió que el banco central de EEUU tomará en cuenta las circunstancias de la economía y estabilidad financiera para decidir otro alivio monetario.